El candidato socialista zanja el debate sobre un eventual apoyo de los tránsfugas

"Las elecciones no se repiten, se convocan desde la presidencia". Esta frase del diputado socialista y ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina es compartida por numerosos dirigentes socialistas de toda España, incluidos varios miembros de la Ejecutiva Federal, y de la dirección de la FSM. A esa aseveración seguía la afirmación rotunda de que Rafael Simancas podría someterse a la investidura, al final de los plazos reglamentarios, y no importarle de dónde le vienen los votos si, al final, es investido presidente.

Pero Rafael Simancas zanjó ayer definitivamente ese debate al convocar de forma extraordinaria, y sin difusión al exterior, una reunión de su Comisión Ejecutiva Regional, en la que aseguró que "por dignidad, ética y decencia" en ningún caso aceptará los votos de los dos tránsfugas, según informaron anoche asistentes a la reunión. "Y esta decisión tiene el apoyo de la Ejecutiva Federal", remachó Simancas.

El máximo dirigente socialista madrileño departió hasta muy entrada la noche del día anterior con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y ya le comunicó que esa hipótesis había que descartarla absolutamente por considerar que la opinión pública no entendería que saliera elegido presidente con el voto de los dos desertores. En la ejecutiva regional de anoche no hubo controversia y todos entendieron y asumieron las razones expuestas por su secretario general.

Simancas comprendió ayer que esta opinión no era ni mucho menos minoritaria, por lo que tras agradecer la buena intención de sus defensores habría que descartarla del todo y para siempre, según fuentes de la Ejecutiva Federal.

Listo para el ataque

El representante de Izquierda Socialista Juan Antonio Barrio de Penagos está de acuerdo con Simancas en que hay que respetar el Estatuto de Autonomía y, por tanto, agotar los plazos. "Los socialistas no queremos prisas, porque queremos explicar a los ciudadanos lo que hay detrás de este asunto e intentar convencerles de que quienes han urdido una trama para que no se respeten los resultados electorales no se pueden salir con la suya". Todos los socialistas, y el primero de ellos Simancas, saben perfectamente que el Partido Popular está más que vigilante y presto a denunciar -ya lo está haciendo- la posibilidad de que Simancas acepte el voto de los dos desertores.

Pero eso no va a ocurrir, según insisten fuentes de la ejecutiva regional socialista. Lo primero, dicen, es la exigencia del cumplimiento riguroso del procedimiento legal y de los plazos estatutarios, tal y como hizo ayer Simancas ante la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa. Posteriormente remachó la misma tesis en nombre de la Ejecutiva Federal el encargado de los aspectos jurídicos de este caso, Diego López Garrido.