Final de trayecto

El reciente ciclo alcista en los mercados de valores ha tocado a su fin tal y como comenzó: por simple inercia con Wall Street. La Bolsa estadounidense ha sido la que ha marcado el ritmo en todo momento, hasta que recientes problemas empresariales han recomendado a los inversores retirar sus beneficios a la espera de acontecimientos.

El buen dato del índice de tendencia de la economía correspondiente al mes de mayo, con una subida del 1%, y el pequeño descenso en las peticiones semanales de subsidio de desempleo, no han sido suficientes para poner freno a la retirada de los inversores, con el consiguiente efecto negativo sobre las bolsas europeas.

La mayoría de los mercados abrieron a la baja debido a las señales que llegaron desde Wall Street en la jornada anterior, aunque todavía a media mañana algunos valores se mantenían con ganancias debido a su propia proyección, como era el caso de Telefónica en el mercado español, y conseguían suavizar los recortes. La apertura a la baja en el mercado estadounidense confirmó la tendencia de la sesión y prácticamente en ese momento terminaron los conatos de resistencia.

El Ibex 35 terminó perdiendo el 1,53% para cerrar en 6.908,60 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid cayó el 1,40% y cerró en 721,36. Aunque el ambiente en los mercados no era negativo, existía cierto consenso en la ausencia de apoyos sólidos para el nivel alcanzado por la mayoría de las cotizaciones. El conjunto de los mercados europeos tuvo un comportamiento similar, con un recorte del 1,53% en París, del 1,79% en Londres y del 2,23% en Francfort, este último con datos previos al cierre. El índice Dow Jones de valores industriales perdía el 0,86% a media sesión.

El cambio de orientación en la Bolsa española no ha tenido efecto alguno sobre el nivel del negocio, que se mantiene en torno a los 2.000 millones de euros. Ayer se negociaron 2.061,23 millones de euros, de los que 400 millones procedían de operaciones institucionales.