Gallardón pide la ayuda de los sindicatos para hacer "la revolución" en la Policía Municipal

Borrón y cuenta nueva. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha decidido poner fin a los sobresaltos que la Policía Municipal ha experimentado en la última etapa de Álvarez del Manzano. Para ello, el nuevo regidor tendió la mano a los sindicatos y a los mandos del cuerpo, con los que mantuvo su primera reunión como alcalde. En la mente del regidor está el hacer una auténtica "revolución" dentro de la Policía Municipal. Los representantes sindicales se mostraron satisfechos al tiempo que cautos con las promesas de Ruiz-Gallardón.

Ruiz-Gallardón señaló que conocía perfectamente "la historia y los conflictos" que ha vivido la Policía Municipal en los últimos años. En la mente de todos estaban las continuas manifestaciones que promovieron los sindicatos por la reforma del cuerpo emprendida por la anterior concejal de Policía Municipal, María Tardón, y, sobre todo, la carga de antidisturbios el 21 de febrero de 2002 contra unos 2.000 agentes municipales en la plaza de la Villa. En ésta resultaron heridas 18 personas. "Esa etapa está superada y soy consciente de que la Policía Municipal va a ser la principal protagonista para solucionar el problema de la inseguridad, que es el que más preocupa a los ciudadanos", señaló el nuevo regidor.

Y es que el alcalde quiere que la Policía Municipal haga funciones de policía judicial y que frene el tráfico de droga a pequeña escala, sobre todo, en determinadas calles y puntos de la ciudad. También apostó por la coordinación con el resto de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. "Sabemos cómo lo vamos a hacer. El instrumento es el diálogo permanente con los afectados", apostilló Ruiz-Gallardón. De hecho, señaló a los sindicatos que la puerta de su despacho siempre estaba abierta para ellos. "Necesito la colaboración de la policía para hacer de Madrid la ciudad más segura", añadió.

Ruiz-Gallardón anunció que dotará a la policía de más medios materiales y personales. Para ello no dudará en sacar de las labores de tráfico a gran parte de los agentes que se dedican a estas funciones. Creará un cuerpo de auxiliares de la policía que asumirá estas competencias. "Apuesto por un servicio más adecuado y profesional que atienda las necesidades de los madrileños", señaló.

Los sindicatos del cuerpo se mostraron "satisfechos e ilusionados a la par que cautelosos" con el nuevo alcalde, sobre todo, por "la confianza" que les transmitió. "Nos ha reconocido que existe un problema en el turno de noche y que hay que agilizar la promoción en la estructura de mandos", señaló Miguel Ángel Alonso, del Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM). "El sacar a los agentes del tráfico no será inmediato, ya que necesita la aprobación de la Ley de Grandes Ciudades, que ahora está en trámite parlamentario", añadió Javier Payar, de la Unión de Policía Municipal (UPM).

Los mandos recibieron como "un espaldarazo" que el primer acto del alcalde fuera reunirse con la Policía Municipal. Algunos incluso lo vieron como la ratificación de la cúpula actual.