Revolucionar
De todas las interpretaciones, sin embargo, la más adecuada para relativizar euforias y depresiones la hizo Boris Izaguirre en La ventana (SER). Dijo que estas elecciones eran un culebrón catalán y que Laporta era el típico abogado seductor y fascinante pero del que, en el fondo, sospechamos que no es tan perfecto como aparenta, como un miembro cualquiera de la familia Gioberti de Falcon Crest. Es una observación que, pese a provenir de un simpatizante del Espanyol, invita a la esperanza, ya que las telenovelas suelen combinar, con una falta de pudor muy culé, dolor y alegría, venganza y redención, fracaso y gloria, memoria y olvido. En otras palabras: viejos y entrañables asuntos de familia.
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