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ESTA SEMANA
Columna
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Replanteamiento de relaciones

Apenas ha hablado tras las elecciones municipales pero su lacónica consigna con la que se instaba a desalojar a los socialistas de los ayuntamientos ha cobrado plena vigencia en estos días al comprobarse el resultado final de los pactos que el PA ha llegado a fraguar con el PP. Un acuerdo que ha posibilitado que pasen a manos populares significativas alcaldías. Así las cosas, el presidente de los andalucistas, Alejandro Rojas-Marcos, autor de tan preclara orden contra el PSOE, tiene motivos para la alegría. Con ello, se recupera en algo del disgusto que le ha supuesto el retroceso que han sufrido en Sevilla y pone las cosas un tanto más difíciles a su secretario general, Antonio Ortega, quien no estaba por la labor de enturbiar las relaciones con los socios de gobierno en la Junta, los socialistas, por mor de un entendimiento integral con los populares que no sería nada bien visto por Manuel Chaves.

Pero lo ocurrido pone de manifiesto que es por la senda del andalucismo por donde el PP rompe el cerco con el que los socialistas querían mantenerlos aislados políticamente en nuestra comunidad. Precisamente, ésta es una de las principales conclusiones que resaltan los dirigentes populares, a pesar de que en el Parlamento se visualice, una y otra vez, su soledad a la hora de defender sus tesis. Pero la realidad es distinta, señalan, hasta el punto de que estas elecciones han servido de bálsamo a la misma presidenta regional Teofila Martínez quien con los resultados conseguidos ha tapado la boca a aquellos que desde sus mismas filas o de su entorno más próximo, cuestionaban su capacidad de liderazgo.

Los análisis que en esta semana se seguirán realizando, al observar el mapa de los ayuntamientos andaluces, irán por ahí, aunque queda por saber si lo sucedido da pie a un replanteamiento del entendimiento existente entre el PA y el PSOE en el Gobierno andaluz, todo ello, si se tiene en cuenta, que a pesar de las excepciones y anécdotas registradas, el pacto de estos últimos con IU, para formar mayorías de gobiernos ha funcionado relativamente bien. Pero, además, está igualmente por ver cómo se resuelve el desenlace en el seno del PA en donde Ortega y los suyos libran un serio pulso por el control del partido con Rojas-Marcos. Quieren aparcar sus diferencias hasta después de las próximas elecciones autonómicas pero quién sabe si la pugna se desborda y aflora definitivamente.

Del mismo modo habrá que esperar a comprobar cómo se digiere en las filas del PP el forzado pacto que posibilita la salvación de Pedro Pacheco en Jerez. Los populares se mostraron siempre sumamente críticos con él. Las réplicas del hasta ahora alcalde jerezano estaban llenas de puro ácido con duras descalificaciones personales hacia la que ahora será su sustituta, al menos durante dos años, María José García Pelayo. Pero todo se olvida si con ello se aparta a los socialistas a pesar de que este acuerdo inhabilite a los populares para cumplir su sueño como era el tirar de la manta de una vez por todas para conocer y denunciar en su caso, las supuestas irregularidades que siempre han intuido en la gestión durante años de Pacheco al frente del ayuntamiento.

Sin embargo, se tendrán que tragar sapos y culebras y, además, dejarle el camino libre para los dos años últimos de legislatura. Es por ello que resulta difícil dar por buenas las palabras del secretario general del PP, Javier Arenas, quien ha llegado a bendecir el pacto de gobierno con Pacheco al sentenciar que, por fin, había llegado el cambio a Jerez. Sólo un acuerdo de mayor alcance, y cuyos verdaderos términos quizá aún están por conocerse en todo su amplitud, puede llegar a explicar lo sucedido en Jerez. Incluso hay quien ya especula con la posibilidad de un mayor maridaje del otrora látigo del PP, Pedro Pacheco con este partido, contemplándose la posibilidad de que fuera incorporado, en calidad de independiente, en las listas de los populares al Parlamento Europeo. Será cuestión de esperar un tiempo para confirmar o no esta hipótesis, pero lo cierto es que Pacheco se encuentra inaugurando una nueva etapa en su carrera política, ahora, bajo la sombra de la derecha a la que siempre combatió frontalmente.

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