Forme una empresa a pesar de los trámites
España es uno de los países de la Unión Europea más barato y rápido para montar un negocio
España es uno de los países europeos donde poner en marcha una pequeña empresa resulta menos costoso en tiempo y dinero: bastan 15 días y menos de 400 euros, según un reciente informe independiente. Sin embargo, quienes han pasado por el proceso aseguran que el dato no es realista, y que numerosas licencias pueden aumentar los plazos hasta la desesperación.
Los costes obligatorios para crear una sociedad limitada sencilla no superan los 400 euros, frente a los 1.700 de media en Europa
Los trámites y licencias que exigen los ayuntamientos y las comunidades autónomas son los que reciben mayores críticas
El plazo de 15 días no es realista. El proceso se alarga hasta un mes en el caso de "las empresas más sencillas", asegura una abogada
El informe comparativo Creación de pyme en Europa fue encargado por el Colegio de Registradores de España con el objetivo de desmontar el mito de que, a la hora de crear una empresa, el sistema español era mucho menos eficiente que el de otros países europeos, como Portugal o Alemania. Elaborado por Landwell, la división jurídica de la firma de servicios profesionales PricewaterhouseCoopers, y por primera vez en este ámbito, se basa en datos empíricos y no en los plazos oficiales que contempla la legislación española para esta cuestión, lo que presupone un mayor acercamiento a la realidad.
El resultado ha sido un vuelco en la clasificación tradicional. Según el estudio, en España un emprendedor puede completar todos los trámites necesarios para que su pequeña o mediana empresa esté operativa en sólo 15 días. Mientras, el promedio en Europa asciende a 4,8 semanas (entre cuatro y seis tardan en Alemania, Portugal, Reino Unido o Suecia). Para Miguel Trías, socio de Landwell y catedrático de Derecho Mercantil, "España supera con nota el examen efectuado".
De proyecto a realidad
El informe pone el marcador a cero cuando el empresario, que ya dispone de proyecto y un capital mínimo para invertir, decide iniciar los trámites legales de constitución de su pyme, y para de contar cuando la nueva empresa es plenamente operativa. Es decir, cuando puede contratar con terceros, dar de alta a todos sus trabajadores y emitir y recibir facturas. Landwell no añade los trámites y licencias específicas que requieren las normas de las comunidades autónomas y ayuntamientos, o los permisos que se exigen para las llamadas actividades calificadas (aquéllas que son origen de riesgos o causan molestias).
Son precisamente estos trámites los que reciben las mayores críticas de los emprendedores, que ven cómo dilatan durante meses el plazo de constitución de su empresa. Miguel Muñoz, que acaba de crear la empresa Asistencia Integral Telefónica, especializada en atención domiciliaria, cree que las administraciones autonómicas y estatales no están coordinadas entre sí: "La Comunidad de Madrid me envía una carta solicitando informes de vida laboral de todos mis empleados, y yo me pregunto si no sería más fácil que los reclamara directamente de la Seguridad Social".
Muñoz es capaz de enumerar un buen número de detalles y anécdotas que le han sorprendido durante el proceso de creación de su empresa. Por ejemplo, que una vez suprimido el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) para pymes como la suya, todavía deba perderse bastante tiempo en solicitar la exención del pago del mismo. También, que para colocar la habitual placa en la puerta que anuncia la existencia de abogados, dentistas o cualquier otro profesional o negocio en el interior de un inmueble, exijan un presupuesto, un informe y abonar más de 100 euros.
"Cuestan más los trámites que la placa en sí. De modo que casi todas las que hay puestas son ilegales", explica. El recurso a la ilegalidad temporal es una opción para algunos emprendedores. Un empresario que prefiere mantener el anonimato asegura que "las licencias de apertura del Ayuntamiento pueden tardar 5, 6 o 7 meses en llegar. A mí los propios funcionarios me recomendaron que comenzase a trabajar sin ella, y que si había multa, recurriera".
De 15 días a 9 meses
Amparo González, abogada de Creación-empresas.com, corrobora que el plazo de 15 días no es realista, y que en todo caso podría hablarse de un mes "para las empresas más sencillas". González, que asesora diariamente a personas que quieren poner en marcha su propio negocio, dice que "inaugurar tu propia correduría de seguros puede llevar nueve meses; montar una clínica dental requiere un local determinado y un proyecto firmado por un técnico del colegio del ramo. Son sólo dos ejemplos, pero los trámites se complican en muchos casos".
El informe de Landwell subraya que, en cuanto a precios, el comportamiento de España también es bueno. Para crear el modelo más sencillo de sociedad limitada, los costes obligatorios, como pasar por el notario y el registro mercantil y hacer frente a impuestos indirectos, no superan los 400 euros, mientras la media europea está en 1.700 euros. En Italia rondan los 7.000 euros, y en Países Bajos los 3.300. Si se incluyen los honorarios de asesores y consultores profesionales, la factura asciende a 1.500 euros en España, y a 5.120 euros de media en el resto de los países de la Unión Europea.
Aunque la comparación resulta positiva, el socio de PricewaterhouseCoopers considera que los gastos podrían reducirse aún más: "El impuesto sobre transmisiones patrimoniales, que grava el 1% del capital social de la empresa, es un factor de encarecimiento que no exigen otros países de Europa".
Luis Fernández, responsable de Coordinación de Registros Mercantiles, añade otro coste prescindible: la publicación en el Boletín Oficial de los Registros (BORME). Todas las empresas están obligadas a aparecer en él cuando se constituyen, y para ello hay que abonar una tarifa. Además, Fernández reconoce que el paisaje de costes no sería tan eficiente si, de nuevo, se tuvieran en cuenta los gastos de tramitaciones autonómicas y locales.
Hacia la Nueva Empresa
El informe Creación de empresas en Europa tiene en cuenta las sociedades limitadas y anónimas pero no la Sociedad Limitada Nueva Empresa. Este tercer tipo está contemplado en una ley que entró el vigor el pasado 2 de junio. La Nueva Empresa se presenta como una pyme simplificada en la que los trámites son más sencillos e incluso pueden realizarse por Internet. Todos los impresos se concentran en uno, que se cumplimenta a través de la Red en las ventanillas únicas empresariales. También la gestión de la contabilidad puede ser efectuada por medios telemáticos. Cataluña, Galicia, Extremadura, La Rioja y País Vasco, comunidades sin ventanilla única, no podrán beneficiarse de este tipo de tramitación.
Las Cámaras de Comercio han recibido positivamente el modelo de Nueva Empresa, bajo el que se han tramitado ya 108 sociedades. Miguel Trías, catedrático de Derecho Mercantil, opina que la creación de pymes en España mejorará con esta iniciativa, que se une a "los esfuerzos de los Registros en la implantación y mejora de la firma electrónica avanzada".
Tras la creación, el fracaso
Luis Fernández, responsable de Coordinación de Registros Mercantiles, considera errónea la opinión de que España es lenta y cara para crear empresas: "Somos pujantes y emprendedores, y lo que habría que averiguar es por qué tantos proyectos que comienzan se dan el batacazo".
Según el Ministerio de Economía, 4 de cada 10 empresas desaparecen cuatro años después. Las compañías unipersonales, sin asalariados, duran todavía menos: sólo un 49% permanece en activo pasado el mismo plazo. "Hay que fijarse en otros países que son más conservadores pero aciertan con lo que emprenden. Quizá nosotros lanzamos demasiadas empresas sin estudios de viabilidad", opina Fernández.
Miguel Muñoz, que acaba de constituir una pyme de teleasistencia para personas mayores, cree que el problema está en la falta de apoyo: "Cada vez que muere un anciano solo en su casa recibe toda la atención de la prensa, pero el Estado no se decide a publicitar servicios como los nuestros, aunque los reconoce como yacimiento de empleo".
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