México olvida la deuda externa
El país azteca se ha convertido en un buen lugar para invertir
El vicepresidente de Citigroup, William Rhodes, que hace más de 10 años ayudó a convertir en bonos préstamos bancarios por 48.000 millones de dólares que México no pudo pagar, asegura que este país es ahora un buen lugar para invertir. La mayor empresa mundial de servicios financieros es el segundo banco de México mediante el control del grupo Banamex.
El peso mexicano ha caído un 14% respecto al dólar en los últimos cinco años, frente al descenso del 60% registrado por el real brasileño
México ha canjeado esta semana los últimos 'bonos Brady', así liquidaba la deuda de 35.000 millones de dólares emitida desde 1990
Rhodes, de 67 años, participó esta semana en una reunión que tuvo lugar en la residencia del presidente Vicente Fox en la ciudad de México. La reunión, en la que también estuvo presente el secretario del Tesoro, John Snow, y el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Koehler, fue convocada para conmemorar el fin de la participación de México en un plan ideado por Estados Unidos en 1989 y que lleva el nombre del por entonces secretario del Tesoro, Nicholas Brady, que redujo la deuda de los países pobres canjeando préstamos bancarios incobrables por bonos.
El programa de deuda abarcó a 17 países de Latinoamérica, África, Asia y Europa del Este que emitieron bonos Brady por valor de 170.000 millones de dólares, algunos con bonos del Tesoro de EE UU con cupón cero como garantía, según cifras de Estados Unidos. La idea era ayudar a restaurar la confianza de los inversores en la capacidad del país para seguir pagando sus deudas. Los bonos han sido de los más operados entre las naciones que los vendieron.
Menos inflación
México, que también está comprometido con reducir su déficit presupuestario, ha bajado su inflación anual a alrededor del 5% desde el más del 100% en 1998, y ha captado inversiones que han elevado las reservas del banco central a más de 55.000 millones de dólares. En abril, México vendió bonos por 2.500 millones de dólares que vencen en 2008 y 2033 para financiar la recompra de sus bonos Brady denominados en dólares. El mes pasado retiró toda su deuda Brady restante por 3.800 millones cotizada en dólares, y esta semana anunció que retiraría los 1.280 millones de bonos Brady en circulación denominados en monedas europeas en julio, los últimos de los cerca de 35.000 millones de dólares en bonos Brady que México emitió originalmente.
México, apoyado en el Plan Brady y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que desde 1994 le permitió triplicar el comercio con Estados Unidos, tiene calificaciones de grado de inversión de Moody's Investors Service, Standard & Poor's y Fitch Ratings. México vende ahora casi el 90% de sus exportaciones a Estados Unidos, que representan un cuarto de su producción económica por 600.000 millones de dólares. Hace tan sólo ocho años, México recibía una calificación de BB por parte de S&P, dos niveles por debajo del grado de inversión, y de B1 de Moody's, cuatro niveles por debajo del grado de inversión.
Peso estabilizado
La moneda que el Gobierno devaluó en 1994 se ha estabilizado desde entonces frente a otras de Latinoamérica. El peso mexicano se debilitó un 14% frente al dólar en los últimos cinco años, frente a la baja del 60% registrada por el real brasileño. Las tasas de interés de México también cayeron: el certificado de la Tesorería a 28 días bajó al 5,64% esta semana desde el 20% de hace cuatro años.
"La vulnerabilidad de México ha disminuido considerablemente", asegura Ángel Gurría, ex secretario de Hacienda y Crédito Público de México y principal negociador del programa Brady. "Ésa es la gran diferencia entre México y otros países en vías de desarrollo: ya no tenemos lo que uno llamaría un problema de deuda externa".
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