Elogio de la cebolla
DESDE QUE SE CONOCIÓ que apenas tenemos algunos genes más que una cebolla, he venido observando una cierta relajación en la especie humana. La secuencia no deja lugar a dudas: a George W. Bush le hicieron presidente de EE UU; a Joan Gaspart, presidente del Barça; a Federico Trillo, ministro de Defensa; a mí me dejaron escribir en este periódico; Pocholo se adueñó de la televisión, y, finalmente, la izquierda ganó Madrid. Es como si nos hubiera entrado un ataque de pesimismo colectivo: "Bah; apenas somos algo más que una cebolla, ¿qué más da quién sea qué?".
Lo del PSOE de Madrid ha sido muy comentado. ¿Qué quieren que les diga? En política, como en el fútbol, hay resultadistas y partidarios del espectáculo. Los socialistas pertenecen al segundo grupo, y no puede decirse que defrauden. Su suicidio de Madrid ha tenido un arte que para sí quisieran los Monty Phyton. Se reúnen los parlamentarios, se juramentan como mosqueteros, y en cuanto abren la puerta se escapan dos. ¿Recuerdan la escena de La vida de Brian?: "¡Somos el batallón suicida!", y se suicidan. Algo de eso ha tenido lo de Madrid: "¡Vamos a dar ejemplo!", y organizan un escándalo.
Siempre nos quedaría Ana Palacio, que esta semana ha vuelto al candelabro por ese repente británico sobre Gibraltar
¿Será por locura, por dinero, por amor...? Yo apunto otra hipótesis: que haya sido cosa de San Catapulto, patrón de los ministros de Defensa, a quien yo vengo rezando para que conserve su cargo a Federico Trillo a pesar del caso de los aviones en pelota. ¡Aguante, ministro! Si dimitiera Trillo... Siempre nos quedaría Ana Palacio, que esta semana ha vuelto al candelabro por ese repente británico sobre Gibraltar. Con esta ministra no nos devuelven Gibraltar ni en mil siglos, dicen sus enemigos. Con esta ministra lo raro es que, además de Gibraltar, no nos quedemos sin Cádiz o Ferrol. "No sé cómo fue", explicaría a la salida de una reunión, "pero desde hoy Ferrol es alemán".
Sí, hay quien la prefiere, pero yo soy devoto trillista. ¿Cómo olvidar su argumentación sobre los misiles que Sadam tenía apuntando a España? ¡Por cierto! Resulta que lo de Sadam y Al Qaeda tampoco era verdad. Lo ha investigado la CIA, y no. Entonces, si la guerra no fue por las armas químicas ni fue por lo de Al Qaeda... ¡A ver si fue por petróleo! Yo qué sé. Con lo fácil que era todo hace un mes: No a la guerra, no al chapapote, no a la Botella... Era rellenar una quiniela sin variantes. Ahora, a cada momento hay que tomar partido por siete u ocho cosas dificilísimas.
Debería existir la quiniela del columnista, y funcionaría más o menos como los juicios rápidos, que ya es un poco eso el periodismo: Atutxa-Tribunal Supremo, dos; Todas putas-Miriam Tey, uno; Cuba-Irak, equis; Telebasura-National Geographic, uno; Matamoros-Pocholo, dos; etcétera. El domingo se dan los resultados y así se evitan quebraderos de cabeza, porque si ya invita al escepticismo saber que apenas tenemos algunos genes más que la cebolla, imagínense cuando se descubra la verdad: que los seres humanos tenemos aún menos genes que la cebolla, ser supremo de la Creación. Yo pagaría por ver la cara que se le queda a Arzalluz.
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