Los Spurs rozan el anillo

Los Spurs acarician el anillo. Esta vez no hubo quejas a los árbitros, ni sesiones de tiro como autocastigo. El Nueva Jersey Nets buscó la motivación para el quinto partido de la final de la NBA en un uniforme. La equipación de la franquicia durante los años 80. Se hacía, por aquella época, un gran baloncesto. Mucho mejor sin duda del que se está presenciando en esta serie. Pero ni por esas. San Antonio se impuso 83-93 y se sitúa a una sola victoria del título.

Tim Duncan y Steve Kerr fueron los grandes protagonistas. El primero lo lleva siendo durante todo el playoff. El segundo lo es cuando su entrenador le deja. Apenas jugaba desde el sexto partido de la final del oeste ante Dallas. En esta eliminatoria se había limitado a saltar a cancha en el último instante para sacar de banda. Con razón dice Kerr que tiene el mejor trabajo del mundo: "Juego seis minutos, meto un par de canastas y soy el centro de atención en la sala de prensa". Pues este tipo, enclenque, bajito y con cara de no haber roto un plato, armó un destrozo a los Nets con tres canastas decisivas en el último cuarto, que esta madrugada, en San Antonio, pueden perder su segunda final consecutiva.