Hacer otra cosa tras la política

José Luis Portillo, de 37 años, ha pasado los últimos ocho entregado a su cargo de concejal en el Ayuntamiento de Málaga. Pieza clave en el grupo municipal de IU, del que fue número dos y alma en la anterior legislatura -el cabeza de lista, Rafael Rodríguez, se centró en la Diputación-, abanderó la idea de abrir el partido a independientes y aceptó descender un puesto en la lista para que Isabel Martínez ocupara el número dos. Pero los electores no le devolvieron el guiño a IU, que sólo obtuvo dos concejales en las elecciones.

Portillo quedó desbancado, pero cree que tomó "la senda correcta para lograr que IU se reactive". Responsable provincial del PCA en Málaga, el ex concejal piensa seguir colaborando con el partido y con IU, pero rechaza quedarse como asesor en el grupo municipal o aceptar algún cargo en el gobierno de la Diputación, que compartirán con el PSOE. "No quiero que llegue un momento en que esté en política porque no sepa hacer otra cosa", dice. Tampoco piensa en principio dedicarse a su carrera de maestro. "Estoy montando con un amigo un negocio de artes gráficas", anuncia. El mejor recuerdo que le ha quedado de su trabajo -ha sido uno de los concejales más activos- es "haber podido ayudar a alguna de la gente que peor vive". De la nueva etapa valora el tiempo libre. "El otro día llevé por primera vez a mi hijo al parque en un día laborable", sonríe.