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AUSENCIAS EN LOS NUEVOS AYUNTAMIENTOS

La vocación de ponerse en manos de un partido

Hasta ayer fue concejal de Urbanismo de Málaga, por lo que asegura que hasta hoy no le toca dedicar tiempo a pensar en su futuro inmediato. Con tal desahogo afronta el futuro Manuel Ramos, de 56 años, que quedó excluido de la lista del PP al Ayuntamiento de Málaga, en el que sólo ha estado un mandato. A decir de algunos de sus compañeros e incluso de miembros de la oposición con los que ha mantenido duros enfrentamientos, una pérdida estimable por su disposición al trabajo, su combatividad y su capacidad para fajarse en los asuntos que caen en sus manos.

Fichado por Celia Villalobos, su mentora política cuando llegó a la alcaldía en 1995, dirigió las áreas de Bienestar Social y de Personal hasta que en 1999 fue incluido en la lista del PP.

Ramos, que cursó estudios de Económicas y Sociología y trabajó en Unicaja, baraja entre sus alternativas constituir una empresa con otro de los concejales salientes del PP, Francisco Aguilar. Pero reconoce que tiene una "indudable vocación política y estoy a disposición del partido". Fuentes del PP sostienen que podría ser repescado para algún cargo relacionado con la gestión municipal, pero él prefiere tomar el asunto a broma cuando se le pregunta. "Espero que no", dice mientras esboza una socarrona sonrisa. Sus relaciones con la dirección del partido, contra la que dirigió un movimiento crítico en el último congreso provincial, han mejorado notoriamente en los últimos meses.

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