Meir Vilner, el último firmante de la independencia de Israel
Meir Vilner, el único que quedaba con vida de entre aquellos políticos israelíes que, junto a David Ben Gurión, firmaron la Declaración de Independencia, murió la semana pasada a los 84 años de edad. Fue en la tarde del 14 de mayo de 1948 cuando, en representación del Partido Comunista de Israel, Vilner rubricó el documento fundacional del Estado hebreo en el Museo de Tel Aviv, pocas horas antes de que se retirara el último soldado del Mandato Británico y diera comienzo la primera guerra árabe-israelí.
Nacido en una pequeña localidad de Polonia en 1918, se incorporó de joven al grupo sionista Hashomer Ha'tzair, yéndose a los 20 años a Jerusalén para cursar estudios en la Universidad Hebrea. Dos años después de su llegada se afilió al Partido Comunista de Israel, en el que llegaría al cargo de secretario general y a ejercer como tal desde 1965 a 1990. A partir de esta fecha fue elegido presidente del partido, cargo honorífico, no ejecutivo, que desempeñó hasta 1993.
Durante su larga carrera política, Vilner sirvió como diputado durante 12 legislaturas consecutivas, participando en diversas comisiones de la Knesset, la mayoría de las veces en aquellas relacionadas con temas económicos y sociales. Su adscripción ideológica marxista-leninista y sus tendencias prosoviéticas le cerraron, en cambio, las puertas de la comisión de Defensa y Asuntos Exteriores, la más prestigiosa de todas ellas.
Abogado convencido de la igualdad entre judíos y árabes, objetivo que sigue siendo una de las principales asignaturas pendientes de la democracia israelí, lideró la transformación del partido, que renegó de sus siglas tradicionales para reconvertirse en el actual Hadash (Frente Democrático para la Paz y la Democracia). Además de como ciudadano, Vilner trabajó duramente en la arena política para impulsar la igualdad real de los ciudadanos árabes israelíes dentro del movimiento obrero judío, dado que la principal central sindical de Israel, el Histadrut, estaba prácticamente dominada por una mayoría de sindicalistas judíos.
Después de la Guerra de los Seis Días, de la que se acaba de cumplir el 36º aniversario, fue víctima de un intento de asesinato por parte de un extremista judío. Tras haber sido objeto de una campaña de incitación por parte de la derecha política israelí, Vilner fue apuñalado por un miembro del partido nacionalista Herut, núcleo a partir del cual surgiría posteriormente el Likud, que hoy en día dirige Ariel Sharon.
De acuerdo al miembro del Comité Central del Partido Comunista israelí (que juega en Hadash un papel parecido al que el Partido Comunista de España desempeña dentro de Izquierda Unida) Efraín Davidi, "ya desde el año 1947 Meir Vilner tuvo una línea política constante a la hora de reivindicar la división del territorio de Israel en dos estados, uno judío-israelí y otro árabe-palestino", que es el esquema que subyace tras el reciente modelo que plantea la recién aprobada Hoja de Ruta.
Aunque, claro, las fronteras que proponía Meir Vilner, acordes con el plan de partición propuesto por las Naciones Unidas en noviembre de 1947, difieren mucho de las que Ariel Sharon quiere otorgar al futuro Estado palestino, cuya contigüidad territorial sólo sería posible a base de un sistema de túneles y puentes.
Entre las facetas negativas del líder comunista fallecido, Efraín Davidi, quien, al igual que Vilner, también es dirigente sindical del Histadrut, destacaría "la falta de independencia política generada por su apego a la línea soviética, que emana quizás del papel jugado por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial para la derrota del nazismo, ya que toda la familia de Meir Vilner pereció en el holocausto". -
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