"Defiendo mi honor, no mi dinero"
Muy cerca ya de los 65 años, Luis Aragonés vive sus peores días en el Atlético, su casa. Dijo en voz alta que dejaba el cargo renunciando a la temporada que le quedaba de contrato, pero a las dos semanas, cambió de opinión y palabra. El club, tan amigo de devorar a sus ídolos, trató de desacreditarlo por ello. Y luego, reduciendo la decisión a una simple cuestión de dinero, le ratificó sin demasiada convicción. El técnico y los directivos se han cruzado acusaciones y no han cerrado el conflicto. En medio de ese ambiente crispado aparece el partido con el Madrid, la obsesión de los aficionados rojiblancos.
Pregunta. ¿Quiere explicar un cambio tan repentino en alguien para quien su palabra no tiene vuelta atrás?
"El cántico en contra sí me jode. Pero aguantaré estoicamente. Sé que estará guiado y organizado"
"Torres debe mejorar la recepción y pensar antes. Si pensando más tarde ya gana..."
"Mis hijos ven palos, no saben a qué vienen y me dicen: 'Si no eres el culpable, ¿por qué irte?"
Respuesta. No entiendo por qué resulta raro. Lo normal es que, si yo digo que me marcho, me marche. Pero ocurre una serie de cosas y decido quedarme y cumplir mi contrato. Y punto. También el club dijo que yo aquí me podría quedar hasta que quisiera.
P. ¿Qué cosas han ocurrido?
R. Las sabemos los directivos y yo. Y no las voy a descubrir. Yo he dicho una cosa que no he cumplido y ellos han dicho otras que tampoco han cumplido. Entonces, quiero lo que me corresponde.
P. ¿Es equivocado pensar que usted está forzando que le echen?
R. No estoy forzando nada. He dicho algunas verdades de lo que me ha ocurrido. Son opiniones. Le digo que mi familia está por encima de todo, hasta de mí.
P. ¿Es equivocado pensar que el club está forzando que dimita?
R. No lo sé. Pero sí ha habido conversaciones con los directivos que me hacen pensar que puede ser así. Me habían dicho que interesaba que no siguiese. No sé..., lo mismo han cambiado de opinión.
P. ¿La cuestión es que el Atlético no puede pagar su despido?
R. ¿Por qué no puede pagar? Que no quiera es otra cosa. Es como si digo que no me puedo ir.
P. ¿Se queda por una simple cuestión de dinero?
R. Hay mucha gente que piensa que lo único que quiero es cobrar. Pero está equivocada. Sí quiero cobrar, claro, pero hay un razonamiento más poderoso.
P. ¿Cuál?
R. El dinero, para mí, no es fundamental; la familia, sí. Priman sus intereses. La opinión de unos hijos que me dicen: "¿Pero por qué te vas, papá, si tú llevas la razón?". Me quedo por defender mi honor, no mi dinero. Tengo cuatro hijas y un hijo, todos con carrera, y leen la prensa y ven unos palos impresionantes que no saben a qué vienen. Y me dicen: "Si tú no eres el culpable, por qué te vas a ir". Perdí el dinero antes, al aceptar venir al Atlético, cuando renuncié a varios equipos. Ellos saben la verdad y me dicen que lo que me está pasando es injusto.
P. ¿Recibió ofertas cuando salió al mercado anunciando su adiós?
R. Sí. Y ofertas importantes, al menos para mí. Y no sólo españolas. Pero las rechacé.
P. ¿Y no es mejor irse? A gusto no puede estar...
R. No es cuestión de estar a gusto. Le he dicho que tengo cinco hijos y que voy a salvar mi honor. Ya podéis decir lo que queráis, pero esto es una cuestión de honor. Habla todo el mundo de dinero, dinero. ¡Pero si ya me he ido del Atlético antes renunciando a mi ficha! Mis hijos leen una cantidad de injusticias y me dicen: "Tú no tienes por qué aguantar esto, que tú no eres el culpable de que te hagan un contrato de dos años".
P. ¿Su enfado es con la prensa, no con el club?
R. Cada uno, por su lado, está diciendo lo que quiere. A mis hijos les duele porque saben que llevo la razón. Su opinión es la única que me interesa. Los demás lanzan el mensaje de que quiero cobrar sin trabajar. Pero no es el dinero. Es más, ya no estaría en el Atlético si en el momento que digo que me voy resolvemos. Porque se ha dicho que me negué a firmar el finiquito y eso es mentira. A mí nunca nadie me presentó el finiquito. Al revés, acudo a cobrar el finiquito, lo que me corresponde hasta el final de la temporada, y, por lo que sea, me dicen que no puede ser.
P. ¿Le asusta la reacción de los aficionados?
R. Ya veo que la cogerán contra mí. Porque ahora todos los palos van en una sola dirección. Y no es normal.
P. ¿Se va a pasar del Luis Aragonés-Luis Aragonés a los pitos?
R. El cántico a favor ni me importa ni lo quiero. Ahora, en contra sí me jode. Porque no he hecho nada para que estén en contra. Y sí, me va a fastidiar, pero aguantaré estoicamente porque sé que estará guiado y organizado. Si la gente supiese la verdad, estaría conmigo.
P. Pues diga toda la verdad.
R. Que no, que la saben mis hijos y me basta.
P. El caso es que otro ídolo del Atlético acaba mal. Como Escudero, como Collar, como Kiko...
R. Yo no sé lo que les pasó a los demás y, por tanto, no me meto. Yo hablo de lo mío. Y es que voy a defender mi honor y mis intereses a muerte. Y me importa muy poco lo que puedan decir los jugadores, la prensa y todo el mundo. Me importa lo que piensen mis cinco hijos. Sólo digo que, si el Atlético no quiere que esté, vamos a hacer algo que salve mi honor y salve mis intereses. Punto.
P. ¿Los jugadores quieren que usted se quede o que se vaya?
R. No tengo ni idea. Pero los jugadores no pintan nada en esto.
P. Pues contar con su apoyo había sido hasta este año su principal patrimonio.
R. Que no, que estáis equivocados. Al jugador le exijo. Tenemos unos códigos y se cumplen. Nada más. Desconozco si están conmigo o no. De eso ni hablo con ellos.
P. Sí les dijo que se iba. Una confesión que hundió al equipo.
R. Todo lo contrario. El equipo perdió al día siguiente, pero luego respondió ganando dos partidos, en Santander y, gracias a Torres, al Villarreal.
P. El caso es que este ambiente no es el ideal para preparar el partido contra el Madrid.
R. No tiene nada que ver. Estos partidos tienen poco trabajo anímico. Además, el entorno nos importa un pepino. Los jugadores no se preocupan de lo que ha pasado con Luis. Lo que los jugadores sí pueden notar es que el club no haga frente a algunos pagos, porque los futbolistas hacen sus inversiones y sus cosas y no les llegan.
P. También pueden notar que el entrenador les rebaje constantemente.
R. Yo no he hablado mal de los jugadores ni he rebajado a nadie. Lo que he dicho es que necesitaban tiempo para metas más altas. Mira Nihat, el año pasado no se le vio. Y no se me olvidan unas palabras que le leí a Torres: "Yo pensaba del entrenador esto y, sin embargo, me hace esto para mejorar". Se necesita tiempo para conocerse. Que yo les exija, vale. Que les eche broncas, vale, pero en privado. Lo que no entiendo es que, en sociedades anónimas tan profesionalizadas, los medios de comunicación puedan acceder a sus anchas a los entrenamientos y grabarlo todo.
P. Pues usted ha utilizado la presencia de esos medios para dar realce a determinados gestos.
R. No. Yo me he podido olvidar de la presencia de los medios, pero nunca los he querido utilizar. Pero, sí, mi defecto ha podido ser no echar las broncas en la caseta. Pero ésa es mi verdad. Usted piense lo que quiera.
P. Dice que Torres ya cree en usted. ¿Y usted cree ya en Torres?
R. Desde el primer día dije lo mismo. Es un chico con unas cualidades muy buenas, pero que debe mejorar en algunas cosas. Torres podrá llegar a ser un buen futbolista.
P. Decía que la prensa exageraba sus cualidades.
R. Que Torres tiene detalles buenos ya lo veo yo. Lo que quiero es que rectifique los que no tiene tan buenos. Por ejemplo, la recepción de balón debe mejorarla y pensar un poco antes. Por velocidad, no hay quien le coja. Si pensando más tarde ya gana, el día que piense un poquito antes... Mira Raúl, no tiene una gran velocidad, pero piensa antes y se va.
P. Torres tendrá defectos, pero el Atlético depende de él.
R. Es importante. Y alguno más. Luis García se nota también. Cuando se lesionaron, lo acusamos
P. Ante el Madrid, ¿actuará Torres de delantero? En el Bernabéu jugó de segunda punta y no se le vio.
R. ¡Oigo cada cosa!. Ya no me refiero a los periodistas, pero que me digan profesionales que Torres no puede jugar de segunda punta... Con la velocidad que tiene para aprovecharse de una banda... Que no pueda dar un pase interior, vale, pero es que no le pongo ahí para eso. De todas formas, casi siempre juega de punta puro.
P. ¿Se arrugarán algunos jugadores ante el Madrid como en la primera vuelta?
R. No creo que se arrugaran. Lo que pasa es que es difícil saber ganar al Madrid. Hay que estar al ciento diez por ciento concentrados y convencidos de ganar. A golpe de ímpetu. Y sabiendo que el Madrid sufre cuando no tiene el balón y que tiene un ala de la que aprovecharse. Tiene algunos defectos sobre los que hurgar.
P. ¿Cuál es el jugador que más le preocupa del Madrid?
R. Da igual, te la arma el que menos te esperas.
P. ¿Qué le parece Vicente del Bosque?
R. No voy a ser imparcial porque le aprecio. Así que no hablo de él. Además, sé que no le gusta.
P. ¿Estará el Mono Burgos?
R. No, no está para jugar. Su presencia sería importante porque su forma de ser transmite, pero no está para ser titular. Tiene cuatro o cinco kilos más todavía y le falta la velocidad de reacción que tenía antes de enfermar. Con Burgos hay que ir con mucha tranquilidad.
P. Lo de cambiar cada día de alineación ya es un desafío, ¿no?
R. No, hombre; no. Yo busco siempre la mejor fórmula para ganar. Y la alineación del domingo no la sé yo.
P. ¿Le gusta Musampa?
R. No le he visto demasiado. Cuando le he visto, sí. Tiene técnica, mucho gol para ser medio y baja bien a doblar al lateral.
P. Si usted tuviera que decidir, ¿qué puestos habría que reforzar con vistas al año que viene?
R. Del año que viene yo no voy a decir nada. Sobre todo, porque no sé si voy a seguir o no.
P. ¿No da credibilidad, entonces, a su confirmación en el cargo?
R. No; no mucha.
P. ¿Cree que el Atlético ya ha llegado a un acuerdo con otro entrenador?
R. Eso no lo sé. Pero que ha tenido contactos sí que lo sé.
P. ¿Y se cree el adiós de Jesus Gil?
R. No lo puedo asegurar, pero es posible que sí.
P. ¿Se imagina al Atlético en otras manos?
R. No me meto en eso. Lo que digo es que el anuncio de su marcha me sorprendió. No tengo nada contra Gil. Si no, yo no habría venido. Mi decisión de quedarme no está relacionada con su adiós.
P. ¿Invertiría en el Atlético?
R. No me lo han ofrecido, pero... ¿por qué no?
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