El Reglamento de las Cortes obliga a hacer la promesa en valenciano
El Reglamento de las Cortes Valencianas establece que el acto protocolario de juramento o promesa del cargo de diputado se ha de hacer en valenciano, lo mismo que otras expresiones formales usuales en las sesiones parlamentarias como las que indican su inicio -"Ès oberta la sessió"- y las que decretan su conclusión -"És closa la sessió"-. En la redacción en castellano del Reglamento, el artículo tercero del capítulo referido al formulario usual en la Cámara señala que "los juramentos o promesas que sea preciso formular en las Cortes Valencianas, serán realizados en pie y de acuerdo con la fórmula siguiente: Jo (expresión del nombre) jure (o promet) que aitant como tindré el càrrec de (expresión del cargo) acataré la Constitució i l'Estatut d'Autonomia, sense engany i guardaré fidelitat a la Generalitat Valenciana". Es decir, aunque se use el castellano durante la sesión, la citada fórmula se ha de pronunciar en la lengua autóctona.
Por eso, ayer, el portavoz de l'Entesa, Joan Ribó, acusó al nuevo presidente de las Cortes, Julio de España, de haber "violentado" el Reglamento el pasado lunes, al negarse, a pesar de que aquél se lo pidió, a leer la fórmula histórica en valenciano prevista para el juramento o promesa del cargo por parte de los diputados. El presidente "se saltó de forma unilateral una fórmula de promesa histórica que se remite a la formulación tradicional de las primeras Cortes Valencianas", afirmó Ribó, que exigió a De España una "disculpa" y una "rectificación pública", por considerar que no sólo se ha negado a los diputados la posibilidad de prometer su cargo en valenciano, sino que se ha cometido un error muy grave al vetar la fórmula histórica y reglamentaria".
El PP contestó por boca de su nuevo portavoz, Serafín Castellano, quien afirmó que es Ribó "el que debería pedir disculpas por montar un numerito en un día tan importante como el de la constitución de las Cortes".
Acció Cultural del País Valencià dijo ayer que la actitud de De España supone "el mayor ataque institucional" al valenciano desde la restauración del autogobierno y exigió al futuro presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que le "desautorice públicamente".
