"Estuvimos 20 horas sin luz y cuando por fin vienen, van y lo arreglan en 5 minutos"

El supermercado estaba abierto pero en las vitrinas de los puestos de carnicería y pescadería no había nada. "Hemos tenido que tirar los congelados, la carne y el pescado, hemos estado más de 20 horas sin luz, que esto pase a estas alturas es de vergüenza". José Luis Jiménez, el carnicero de este super1mercado de Polígono San Pablo, barrio de la capital hispalense, tiene motivos para la indignación. Y los explica: "El corte fue a eso de las siete de la tarde [del jueves], llamé a Sevillana y me dijeron que era una avería y que estaban arreglándola, aunque no sabían cuándo iban a terminar de repararla".

Jiménez dio por perdida lo que faltaba de tarde y se fue a cenar. Pero siguió colgado del teléfono de información de Sevillana-Endesa. "Me lo sé de memoria", ironiza. Y hace la demostración: "902 516 516". De corrido. Quería saber cuando arreglaban la avería para ir al supermercado y volver a encender las cámaras frigoríficas, que automáticamente se habían desconectado ante la falta de electricidad. "A la una y media de la madrugada, le insistí al señor que me atendió que me llamaran por teléfono cuando lo arreglaran, que para mí era muy importante".

"¿Tampoco tienes carne tú?", interrumpe una cliente apesadumbrada ante la vitrina vacía. "No, no despacho", replica Jiménez a la mujer, que se va murmurando contra el corte de luz con la cesta vacía. El carnicero retoma el hilo y recuerda que ya en julio pasado le ocurrió algo parecido: "Me llamaron y vine a las dos de la madrugada". Esta vez recibió el aviso de la reparación a las tres y media. Y no dudó en acercarse al supermercado para encender las cámaras frigoríficas y tratar de salvar la mayor parte de la carne. Pero cuando llegó, se encontró que seguía sin haber luz. "Y yo llamé otra vez, y ya me dijeron que hasta la mañana no había nada que hacer [por el viernes]".

Por la mañana, las cosas siguieron igual. Jiménez arrojó a la basura las vísceras, sus compañeros el pescado y los congelados. Al filo de las tres de la tarde, aparecieron tres operarios de Sevillana-Endesa. "Lo primero que me dijeron es que porqué no había avisado antes", relata el carnicero aún estupefacto. "Y lo mejor es que, después de estar 20 horas sin luz, cuando por fin vienen, van y lo arreglan en cinco minutos".

Jiménez se enteró después que dos centenares de vecinos cortaron el tráfico al mediodía dos calles más abajo para reclamar una solución, una movilización que reflejaron varias radios. Al poco tiempo la luz volvía a Polígono San Pablo pero se iba de un barrio próximo, Nervión: el centro comercial Nervión-Plaza y varios viviendas se quedaron sin electricidad durante varias horas por la tarde.