Red Iris aumenta el ancho de banda de la Internet académica hasta los 2,5 Gigas

Internet la inventaron los científicos en las universidades hace 30 años y, desde entonces, van un paso por delante del resto de los mortales en todo lo que se refiere a la Red. Las universidades y los centros de investigación españoles tienen su Internet privada que les conecta entre sí: Red Iris. La semana pasada se inauguró formalmente su nuevo ancho de banda, 2,5 gibabits, 10.000 veces el ancho de una línea doméstica de ADSL.

La red conecta entre sí más de 300 centros de investigación, universidades, departamentos hospitalarios, etcétera, y enlaza con el resto de redes académicas europeas para proporcionar a los científicos e investigadores una sólida infraestructura de telecomunicaciones en su trabajo.

Red Iris es una "instalación de carácter horizontal", explica Gonzalo León, secretario general de Política Científica. "Si no hay una actualización de su estructura se queda obsoleta rápidamente"; desde su fundación en 1989, cuando el ancho de banda era de 64 kbps, la red no ha dejado de crecer.

El trazado actual, que conecta los centros de investigación de todas las comunidades autónomas, tiene una capacidad de 34 gigabits por segundo (10 nodos de 2,5 Gbps, 13 de 622 MBPS y 6 de 155 Mbps) -suficiente, en teoría, para que trasieguen unas 7.000 películas de DVD por segundo en la red-. La ampliación, realizada por la empresa española Albura ha costado 12 millones de euros.

En muchos aspectos, la red académica española no tiene nada que envidiar a la de otros países europeos, según la asociación europea Terena. Sin embargo, el esfuerzo realizado por el Gobierno ha olvidado dotar al centro de comunicaciones que gestiona y mantiene la red, según las quejas de los empleados. La plantilla es de 15 técnicos, cinco más que a mediados de la década de 1990. Son ellos los que proporcionan a la red los servicios de valor añadido, desde la mensajería electrónica hasta los servicios de sincronización temporal para equipos telemáticos, que utilizan incluso centros en Suiza.

El MCyT dispone, según Gonzalo León, de un informe sobre el centro. León espera que pueda tomarse una decisión en julio, "que puede ir desde transformar el centro en una fundación hasta integrarlo en otra". León reconoce la necesidad de revisar la dotación de personal.