Electoralismo en Triana
Soy un vecino de Triana y vivo en la calle Marianillo, junto a la Plaza de los Mártires.
Nunca hasta ahora había cobrado tanto sentido el nombre de esta plaza, uno de los pocos espacios abiertos que existe en esta zona del barrio.
Durante varios meses del pasado invierno permaneció sobre esta plaza una motocicleta medio desmontada y quemada, a modo de extraño mobiliario urbano junto a tres bancos deslucidos. Se completa la composición con una especie de cajas, según creo para el cableado de teléfono, cuyas puertas aparecen abiertas un día sí y otro también, dejando ver un interior de lucesitas y botones de gran atractivo para los niños.
Su forma, eso sí, a modo de burladero, permite una perfecta utilización como urinario público. Pues hete aquí que llega la campaña electoral y varios día después de su inicio recibimos los vecinos de la zona una sorprendente nota de la doña Isabel Guerra-Librero. Comunicaba que en breve se procedería a la instalación de novedosas atracciones infantiles en la susodicha plaza. ¡Y tan en breve¡
En menos de dos días se levanta una zona central del pavimento de la plaza, se coloca sobre la misma un suelo panelado blando, un tobogán de los modernos, un balancín y la estructura de un columpio....¡qué ímpetu de trabajo¡ Electoralismo, comentábamos los vecinos y, seguidamente, "bien venido sea", "más vale tarde, que nunca", etcétera. Pero claro, termina la fanfarria electoral, termina más bien mal para alguno que otro y aquí nos quedamos, hasta el día de hoy al menos (10-06-2003), con el parquecito vallado, sin terminar el columpio y llenándose todo de hojas y naranjas acaloradas que nadie recoge.
Por supuesto, con los mismos tres bancos deslucidos, con el resto del cuarto, con las cajitas de teléfono y, por ponerlo todo aunque no se deba a dejaciones municipales, con el pipí del hombre y la caca del perro. ¿Terminará alguien de colocar esta guinda, aunque sea sobre ese trozo de pan duro?
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