El PSPV insiste en mantener la alcaldía de Gandia, pero ofrece al Bloc entrar en el gobierno de Torrent

Las delegaciones del PSPV y del Bloc-EV que negocian posibles pactos en los ayuntamientos volverán a reunirse a mediodía de hoy, después de que en el encuentro que mantuvieron el pasado lunes por la noche, que terminó bien entrada la madrugada de ayer, se produjeran algunos avances. No obstante, persiste la misma dificultad del primer día: la pretensión de los nacionalistas de conseguir algunas alcaldías que los socialistas consideran que les corresponden, por ser la lista más votada, con Gandia como principal objetivo.

Ante el estancamiento de la negociación, los socialistas ofrecieron salidas "imaginativas", según expresión de Antoni Such, como la entrada del Bloc-EV en el gobierno de ayuntamientos en los que el PSPV tiene la mayoría absoluta, como en Torrent. Una oferta que el nacionalista Enric Carbonell ve "bien".

En la reunión quedaron claras algunas plazas: Torreblanca, Orba, Xalò, Albalat dels Tarongers y Vall de la Gallinera tendrán alcalde del Bloc-EV y además, según Carbonell, el PSPV se mostró dispuesto a hacer "un esfuerzo" para que los nacionalistas asuman también las alcaldías de Ontinyent, Meliana y Benicarló. Todo ello con el objetivo de que la socialista Josefa Frau continúe como alcaldesa de Gandia. Ontinyent, Dénia y Sagunto pueden convertirse en monedas de cambio para facilitar pactos.

Mientras, en Sueca, el alcalde será Salvador Gil, portavoz de la coalición PSOE-IU, que obtuvo ocho concejales, gracias al apoyo de los dos concejales de Esquerra Republicana del País Valencià (ERPV) y del edil del Partido Independiente Perelló-Mareny (PIPM). Así lo anunciaron ayer los portavoces de estas tres fuerzas políticas tras la reunión que celebraron en la pedanía del Mareny de Barraquetes. En la oposición se quedarán el PP, con siete concejales, y el Bloc-EV, con tres.

También se ha cerrado el pacto en el Ayuntamiento de Alzira. El PP, que consiguió nueve concejales, y el Partit Socialdemócrata Independent de la Comunitat Valenciana (PSI-CV) -que logró tres y cuya cabeza visible es Gisela Blasco, sobrina del consejero de Bienestar Social de la Generalitat, Rafael Blasco- gobernarán conjuntamente después de alcanzar un acuerdo definitivo en la distribución de las delegaciones municipales. La alcaldía se queda en manos de Elena Bastidas, del PP, que asume el área de urbanismo. En la oposición quedarán los siete ediles del PSPV, un representante del Bloc y otro de Unió Valenciana.