El mejor en tierra batida

La final del torneo de Roland Garros tuvo poca historia. Juan Carlos Ferrero jugó un gran partido. Salió muy concentrado y obtuvo el objetivo que se había fijado sin dar la más mínima oportunidad al holandés Martin Verkerk. Ganó su primer título del Grand Slam y confirmó que en estos momentos es el mejor tenista del mundo en las superficies de tierra batida.

Ferrero había planificado toda su temporada para llegar en las mejores condiciones posibles a la cita parisiense. Creo que incluso alargó un poco su última lesión en el hombro derecho para, renunciando a la competición de Hamburgo, tomarse el descanso que necesitaba para recuperarse físicamente.

Para mí, no había duda alguna de que Ferrero acabaría ganando Roland Garros. Hasta aposté a su favor con varios amigos en el club BonaSport antes del inicio del propio torneo. Lo cierto es que venía jugando a un altísimo nivel y era improbable que se rompiera esa tendencia justamente durante la competición más importante para él.

Tan sólo la presión podía frenarle. Pero su entorno cuidó muy especialmente todos los detalles para evitar que eso ocurriera. En la pista se le vio concentrado y muy puesto desde el primer día. Sólo sufrió frente al chileno Fernando González porque fue precisamente quien le venció en la final júnior de 1998. Además, también le había derrotado en los dos últimos duelos entre ellos. Eso le creo algunas dudas.

Pero, al margen de ese partido, su superioridad fue total. Y ayer lo constató de nuevo. Para que la final se hubiera igualado habría sido necesario que Verkerk hubiese sacado a su mejor nivel. No lo consiguió. Ni hizo los aces de otras veces, ni logró un buen porcentaje de primeros saques, ni consiguió restar bien. Y, sin estas armas, no había color.

Apenas hubo un momento en el que el encuentro pudo cambiar: cuando el holandés tuvo una pelota para el 3-1 en el segundo set. Pero Ferrero asumió bien la responsabilidad y cerró su victoria con facilidad. Es su primer triunfo en un grande. Eso da una nueva dimensión a su carrera.