El difícil intento de asalto del PSOE a la presidencia de Caja Madrid

Rafael Simancas, candidato socialista y presidente electo de la Comunidad de Madrid, ha declarado que quiere relevar a Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, "por otra persona de talante más progresista". Sin embargo, la entrada en vigor de la Ley Financiera, que ha reducido el peso de los políticos, y la falta de apoyo de IU y CC OO dificulta este objetivo.

Rafel Simancas llegará a la presidencia de la Comunidad de Madrid en el plazo de unas semanas, gracias a un acuerdo con Izquierda Unida. Antes de tomar posesión de su cargo, convulsionó el mercado financiero madrileño pidiendo el relevo de Miguel Blesa al frente de Caja Madrid, la cuarta entidad financiera española.

La mayor incógnita es si Miguel Blesa podría mantenerse en una situación de enfrentamiento con el presidente de la Comunidad

El PSOE necesita mayoría absoluta en el consejo de la caja, es decir, todos los votos menos siete y el PP podría tener nueve puestos

En algunos medios, se especuló con que esas declaraciones eran fruto de la improvisación. Sin embargo, en una entrevista con EL PAÍS, lo desmintió. "Todas las manifestaciones que hago han sido previamente meditadas", afirmó Simancas.

En su opinión, "resulta paradójico que algunos se extrañen de que manifieste propósitos de cambio en Caja Madrid cuando es lo que hizo el PP en su momento, en 1996. Lo que hizo entonces el PP fue desalojar a un buen presidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro, que no era del PSOE, para ubicar en ese puesto a una persona que merece todos los respetos, pero a la que tan sólo se conocía por ser compañero de colegio de José María Aznar, lo que no deja de ser paradójico. Hoy reitero que Caja Madrid es una institución financiera muy importante en España y especialmente importante para el desarrollo futuro de Madrid. Caja Madrid se rige por un órgano democrático que es la Asamblea General, integrada por representantes de la sociedad civil, de las instituciones madrileñas, de los sindicatos y de los impositores. He expresado que si en esa Asamblea General se produce un cambio y se conforma una mayoría progresista, parece razonable pensar que, en su momento, fruto de un amplio consenso y salvaguardando la estabilidad de esta institución, pueda acceder a la presidencia una persona de talante progresista que sintonice con la nueva mayoría".

Sin embargo, desde 1996 hasta ahora se han producido cambios legislativos precisamente para evitar situaciones como estas. Por eso, Juan Ramón Quintás, presidente de la CECA, cree que no habrá cambios en Caja Madrid (ver entrevista página 7).

La reciente entrada en vigor de Ley Financiera a rebajado el peso de los políticos hasta el 50% como máximo en la Asamblea y en el consejo de administración. Además, Caja Madrid, que se ha adaptado rápidamente a esta legislación, estableció, en abril, que el peso político no sobrepase el 43% en los órganos de gobierno.

Además, para el cambio del presidente de Caja Madrid es necesario la mayoría absoluta en el consejo, es decir, 14 de los 21 miembros. Ahora se ha abierto el proceso electoral en la entidad, que se cerrará en octubre, para adaptar la representación política a las últimas elecciones. Según los primeros cálculos, el PP podría obtener nueve vocales del consejo, lo que, de confirmarse estos datos, cerraría el paso a las intenciones del PSOE, que necesita 14 votos, es decir, todos menos siete.

Actualmente en Caja Madrid hay nueve consejeros del PP; cinco del PSOE; dos de IU; dos de Comisiones Obreras; uno de la Confederación de Cuadros y uno de Unipyme.

Por el momento, nadie ha manifestado su apoyo a la propuesta socialista, aunque sí hay manifestaciones en contra por parte de IU y CC OO. Según este sindicato, "estas declaraciones sólo provocan riesgos de desestabilización intitucional en la caja", que "no es una empresas públicas". Sin embargo, ejecutivos de la entidad cuestionan si será posible que Blesa, afectado por esta situación, aguante una situación de enfrentamiento con la presidencia de la Comunidad.