El cuento de la buena pipa

Sólo una de las tres elecciones autonómicas convocadas por Manuel Chaves se ha realizado por separado. Fue la de 1994, en la que el PSOE obtuvo, pese a ganar, los peores resultados de su historia en Andalucía. La incógnita sobre la fecha electoral ha vuelto de nuevo al primer plano de la actualidad de la mano del propio presidente de la Junta de Andalucía quien en dos entrevistas (a Europa Press y Canal Sur Televisión) en menos de una semana ha dicho tres cosas. La primera es que pretende y le gustaría agotar la legislatura, pero sin descartar ninguna hipótesis; la segunda, que a partir de octubre podría convocar comicios en cualquier momento; y la tercera es que el criterio que sopesará será el de la participación.

La celebración aislada de elecciones forma parte del ideario político del PA

El mandato del Parlamento andaluz, al igual que el de las Cortes, expira en marzo

Como afirma el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, son "respuestas de libro", las cuales, como el cuento de la buena pipa, no indican ni un sí ni un no. Chaves, según personas de su entorno, no ha hablado todavía con nadie de cuándo podrían ser las séptimas elecciones autonómicas y cuando el pasado jueves por la noche un grupo de periodistas le volvió a sondear exhibió un gesto tipo Mona Lisa y repitió: "En cualquier momento, a partir de septiembre".

Lo único que se sabe a ciencia cierta es que el mandato del Parlamento andaluz, al igual que el de las Cortes, expira en el mes de marzo. A partir de ahí Chaves puede llamar a las urnas en el último trimestre de 2003 o en el primero de 2004. Es decir, antes o junto con las generales.

¿Qué es lo que le interesa al PSOE andaluz? Oficial y públicamente no hay ningún portavoz que opine, pero hay una gran mayoría de dirigentes que cree que deben celebrarse con las legislativas, porque en las tres ocasiones en las que han coincidido (1986, 1996 y 2000) la participación ha sido mayor y eso, dicen, le beneficia. Pero en la decisión que sólo puede tomar el presidente hay múltiples interrogantes y variables que no tienen respuestas infalibles y el criterio que se siguió para una no sirve para el de la siguiente. ¿Cómo sabes que estás tomando la mejor decisión? "No lo sabes", afirma un socialista, "sólo cuando se abren las urnas. Si ganas, has acertado; pero si pierdes, no. Y si adelantas y pierdes sólo hay una persona que se ha equivocado: el presidente".

Su partido, al contrario que en las anteriores, no va a hacer ninguna indicación. Luis Pizarro, secretario de Organización del PSOE, defendió públicamente hace cuatro años que las andaluzas se celebraran junto con las municipales de 1999, esgrimiendo razones puramente partidarias -"al PSOE le interesa", dijo-. Esta vez no manifiesta un parecer: "Es una frivolidad insistir ahora en un debate que es competencia exclusiva del presidente de la Junta. En 1999 yo lo planteé por cuestiones estratégicas del partido. El presidente no hizo caso y consideró que no tocaba adelantarlas". Pizarro califica de "pose" la actitud de la presidenta del PP, Teófila Martínez, quien ha pedido a Chaves que las convoque "ya". "Entiendo que el Partido Andalucista e Izquierda Unida puedan pedir elecciones separadas porque creen que así podrían obtener mejores resultados al polarizarse menos el debate entre PSOE y PP, pero lo de Teófila Martínez es un intento de engañar a la opinión pública porque si se dieran los mismos resultados que en las municipales, ella saldría de nuevo perdedora", afirma.

El Partido Popular tiene claro que sus intereses son contrarios a los del presidente. "Si a Chaves no le interesa adelantar, a mí sí", afirma el vicesecretario de Organización y Electoral, José Luis Sanz, quien defiende el anticipo electoral "para que haya un debate propio sobre los temas de Andalucía". Igual opinión mantiene el presidente del PP de Málaga, Joaquín Ramírez, quien, no obstante, admite que "tampoco vendría mal" que coincidiera con las legislativas. A la hora de pedir imposibles, el PP estaría encantado con que las elecciones al Parlamento andaluz se celebraran junto con las catalanas, previstas para el próximo otoño, una hipótesis que jamás ha sido contemplada por los socialistas andaluces porque entienden que su candidato, secretario general y presidente federal del PSOE estaría gran parte de la campaña debatiendo con su compañero y aspirante a la Generalitat Pascual Maragall. "Y a mí me daría igual, porque yo voy a decir lo mismo en Cataluña que en Andalucía", apunta Sanz.

En ningún órgano de IU se ha hablado aún de la cita electoral, pero la opinión de la coordinadora de Sevilla y diputada autonómica, Concha Caballero, es que a su formación le interesa que se hagan en solitario. "Si coinciden con las generales se nos plantearía un escenario un poco complicado", admite ya que, por un lado, coincidirían con el PSOE en la necesidad de desplazar al PP en el Gobierno de la nación, mientras que en Andalucía abogarían por un cambio político.

Para los andalucistas, la celebración aislada de elecciones forma parte de su ideario político, aunque los escaños que ha obtenido en el Parlamento regional en las seis convocatorias autonómicas no han dependido tanto de la fecha como de las guadianescas crisis internas de esta formación.