El PSN no pactará con otras fuerzas aunque municipios clave caigan en manos de UPN
CDN y los regionalistas presentan su equipo en Pamplona y ultiman el programa de Sanz
La decisión de la ejecutiva del Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE) de no pactar con ningún partido la obtención de alcaldías donde no haya sido la lista más votada ha provocado sorpresa en sus filas y podría facilitar que UPN se mantenga en el poder de municipios tan relevantes como como Estella, Tafalla o Sangüesa. El comité regional del PSN deberá refrendar mañana este criterio. Mientras, UPN y CDN suscribían ayer el pacto de gobierno en Pamplona y anunciaban que va por buen camino la elaboración conjunta del discurso de investidura de Miguel Sanz.
Es posible que el acuerdo de gobierno de coalición entre Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Convergencia de Demócratas Navarros (CDN), la escisión encabezada en 1995 por Juan Cruz Allí se cierre hoy mismo. Con este pacto, el partido de Alli obtendrá dos departamentos en el nuevo gobierno de Miguel Sanz y el centroderecha contará con mayoría absoluta en el Parlamento foral (23 escaños de UPN y 3 de CDN sobre un total de 50). Ambos partidos presentaron ayer un acuerdo similar para el Ayuntamiento de Pamplona, que situará a dos concejales de CDN en la comisión de gobierno de la alcaldesa, Yolanda Barcina, y permitirá al candidato convergente, Luis Ibero, presidir la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
Ante este reagrupamiento del centro-derecha navarro, a los socialistas sólo les queda rematar con un aumento de alcaldes propios su fuerte ascenso electoral en muchos municipios. Pero el PSN no está dispuesto a negociar pactos globales con nadie, y menos con aquellos partidos que gobiernan en Euskadi o cuya ideología independentista puede contaminar seriamente la imagen constitucional del socialismo navarro. No obstante, se deja la puerta abierta a acuerdos específicos en determinados ayuntamientos, según matizó el secretario de organización del PSN, Carlos Chivite, al presentar la decisión de la ejecutiva.
Los socialistas se quieren escabullir así de la pinza que, a su juicio, les ha tenido ya la derecha por un lado, con una propuesta "fantasma" de acuerdos para garantizar el constitucionalismo en las alcaldías, y la izquierda y el nacionalismo vasco por otro, para rentabilizar sus concejales en minoría. "Durante 25 años de democracia hemos sido garantes del respeto a la identidad de Navarra y del progreso social. Ahora sólo pedimos que esa lealtad nos sea reconocida con el voto y un apoyo sin compromisos", indicó Chivite. UPN y CDN han ofertado apoyo al PSN, previa negociación, allá donde los socialistas tengan más votos. "A día de hoy nadie nos ha llamado", asegura Chivite.
La estrategia del PSN puede funcionar en aquellos consistorios donde agrupaciones independientes o siglas minoritarias alcancen acuerdos concretos con los alcaldables del PSN, pero el riesgo es mayor allá donde necesitan los votos de opciones como IU o Aralar, por ejemplo, que difícilmente les serán entregados sin una negociación política previa. De hecho, IU debatirá mañana en su Consejo Político la oferta de negociación para elegir alcaldes. "Es un riesgo que corremos", reconoce Chivite.
Hoy, por ejemplo, el PSN y la Alternativa Corellana Independiente presentarán el pacto que permitirá a los socialistas ocupar la alcaldía del pueblo natal de Miguel Sanz, gobernado por UPN desde 1983.
En Alsasua los socialistas podrían sustituir a Batasuna en la alcaldía como lista más votada que fueron el 25 de mayo, si pactan acuerdos con IU y EA o Aralar. En idéntica situación está Barañain, tercer municipio navarro en población, donde los socialistas deberían pactar con varias siglas. En Estella podrían quitar la alcaldía a UPN sumando votos de IU, EA, PNV y una candidatura local, y en Tafalla un simple acuerdo con IU les garantizaría la alcaldía. En Sangüesa, localidad donde los terrorista de ETA asesinaron la pasada semana a dos policiales nacionales, el candidato socialista, José Luis Lorenzo, será alcalde si recibe los votos de los concejales de IU y Herri Ekimena, candidatura de izquierda abertzale que condenó el atentado. Lorenzo ha reiterado que no hay pacto alguno con nadie, pero ha añadido que aceptará el apoyo que le pueda venir.
Por otro lado, las primeras filtraciones sobre la remodelación de Gobierno de Sanz sitúan al actual vicepresidente, Rafael Gurrea, al frente del Parlamento de Navarra en sustitución del socialista José Luis Castejón. Más de la mitad de los diez consejeros actuales no estarán en el nuevo Ejecutivo de coalición.
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