Enrique Vila, un valenciano en el mundo virtual de 'Matrix'
El valenciano trabajó en los efectos especiales del filme 'Misión Imposible 2'
"Me asignaron el efecto del líquido metálico (goo), que cubre a las víctimas del agente Smith cuando hace copias de sí mismo reescribiendo el código de cada personaje en la Matrix. Ha sido el trabajo más difícil de mi vida". En los créditos de la película The Matrix Reloaded aparece un español entre los 95 responsables de efectos especiales. Enrique Vila. Este valenciano ya había intervenido en la primera película de The Matrix y en Misión Imposible 2.
Vila, tras estudiar Físicas en Granada, inició su vida profesional en Sevilla. "En una empresa de ingeniería de componentes electrónicos para los satélites espaciales de la Agencia Espacial Europea". Duró poco, recuerda. "Demasiado corbateo para mi gusto, y como por aquellas fechas estaba casado con Valerie, norteamericana, decidimos dar el salto".
"Para el efecto líquido metálico querían un líquido agresivo, que fuera invasivo, que diese la sensación de ser inteligente y seguir un plan de ataque", explica Vila desde su casa californiana. "Una extensión de la maldad y obsesión del agente Smith por copiarse. Algo oscuro, viscoso y que reflejara el entorno; no sólo los edificios y la cara de Smith: también la cara de las víctimas y la parte de su cuerpo no cubierta por el líquido".
"Nos concentramos en producir el efecto deseado en el segundo plano en el que el agente Smith trata de reescribir a Neo. Tras 90 versiones dimos con la tecla. Lo realizamos entre mi compañero, y amigo, Matt McDonald, como compositor digital en el 2D, y yo en el 3D. El plano final que se entrega al cliente está formado de 10 y 15 capas diferentes, cada una llevando su parte de información, luz difusa, trasparencias, reflexiones, autoreflexiones, e incluso un capa generada por ordenador que simula el grano fotográfico que lleva toda película".
La carrera profesional de Vila va unida a la saga Matrix desde que en
1996 se matriculó en la Academy of Art College de San Francisco. "Gracias a que tenía un permiso de residencia y trabajo pude solicitar un préstamo al Estado a bajo interés, que me permitió pagar la matrícula. El efecto secundario de aquel préstamo son los 140 dólares mensuales que tengo que devolver al Estado, casi a perpetuidad".
En la academia, Vila eligió para su especialización el software Maya. "Hoy es el programa estándar en la industria de efectos visuales cinematográficos. Los Matrix y los nuevas entregas de George Lucas y prácticamente todo lo que viene de Hollywood con efectos por ordenador se hace desde Maya".
Vila y Valerie, escasos de dólares, se instalaron en Alameda, cerca de San Francisco. "Luego resultó que en la zona residen varios estudios de alto nivel: ILM, de George Lucas; Tippet, que trabajaron en Blade 1 y Blade 2, maestros en la animación de personajes; Pixar, con Toy Story y Monstruos SA; y PDI, con Shrek".
Mientras estudiaba, Vila comenzó a buscar trabajo. "Conseguí que me entrevistaran en Manex. Me quedé pasmado al ver el sitio en el que trabajaban: un antiguo hangar de aviones situado, casualmente, en mi pueblo. Me dijeron que andaban en una película de ciencia ficción de estilo ciber-punk, muy innovadora y que al parecer no iba a ser de gran éxito. Me exigían trabajar y exprimirme 40 horas semanales sin pagarme. Acepté".
Una vez dentro, Vila se enteró de que la película se titulaba The Matrix. "Pocos pensaban que se convertiría en uno de mayores éxitos de taquilla de la Warner. Hice todos los túneles subterráneos, animación de cámara, los cables del ascensor cuando Neo y Trinity van a rescatar a Morfeo... y alguna que otra cosa más. Todo gratis. Cuando acabé me atreví a pedir un contrato remunerado. Y me lo dieron. Ahora estoy con Matrix Revolutions".
El descenso en paracaídas de Tom Cruise en 'MI2'
"Mi primer trabajo remunerado fue con Tom Cruise saltando en paracaídas en Misión Imposible 2", recuerda Vila.
"Los planos de Cruise en paracaídas se filmaron en el estudio cinematográfico sobre un fondo verde. Nuestro trabajo consistió en sustituir el verde con imágenes realistas de una ciudad de noche. El cliente nos suministró un modelo topográfico de Sydney. Fue enviado un equipo a la ciudad australiana para fotografiar los edificios. Se hacía una foto de la fachada de un edificio con cierta apertura y tiempo de exposición. Se obtenían tres imágenes de lo mismo con tres exposiciones diferentes, una subexpuesta, otra normal y la tercera sobreexpuesta. Se escaneaban los negativos, se tomaban los grupos de tres imágenes (brillante, media intensidad y oscuros) y se producía una única nueva imagen de rango dinámico extendido, que incorpora desde los más oscuros a los más brillantes con una distancia de varios órdenes de magnitud. Esto es algo fundamental, puesto que se trata de producir imágenes que simulen la misma sensibilidad de la película con la que se filma. El equipo volvió con 9.000 fotos, se escanearon a 3.000 pixeles de resolución (500 Gigas de disco) y empezamos a animar las cámaras, a mapear con textura fotográfica el modelo de wireframe de Sydney y a renderizar los planos. Usamos una técnica con la que los supervisores y desarrolladores del equipo -Kim Libreri, George Borshukov y Dan Piponi- recibieron el oscar al mejor logro tecnológico. Así llegué a conocer Hollywood".
