W. Mitchell: "La tecnología permite usos más flexibles de los espacios de la ciudad"

William J. Mitchell es el decano de Arquitectura y Planificación del Massachussets Institute Technology (MIT). Mitchell ha realizado aportaciones fundamentales sobre el impacto de las nuevas tecnologías en las ciudades. "La revolución digital ha transformado sigilosamente nuestra manera de relacionarnos con los otros y con la ciudad", explicó a Ciberp@ís, en una de sus visitas a España, la última de ellas invitado por el IN3 de la Universitat Oberta de Catalunya de cuya comisión científica forma parte.

Mitchell, en sus libros E-Topia (1999) o La ciudad de los bits (1995), entre otros, expone el impacto de la tecnología en el diseño de ciudades.

El decano de Arquitectura del MIT ve natural que las nuevas tecnologías subordinen el diseño de las infraestructuras de las nuevas ciudades. "El agua corriente, la red eléctrica, los sistemas de transporte, todas estas infraestructuras transforman la ciudad. Los sistemas digitales de telecomunicaciones son la última ola que, esencialmente, lo que están haciendo es eliminar los tradicionales requisitos para la Administración y la aproximación de los servicios. Son nuevos patrones".

La tecnología también está afectando al diseño de las ciudades. "París, por ejemplo, se diseñó para facilitar el control militar, que determina el ancho de las calles. La tecnología disponible en aquel momento dependía del movimiento de tropas, dependía de la línea de visión y de la posibilidad de ver en la distancia. Hoy la línea de visión ya no importa. Tenemos cámaras de vigilancia en toda la ciudad y la señal de estas cámaras llega directamente a los coches de la policía. Esto significa que la ciudad se replica en los monitores y esto modifica las estrategias de control".

Las diferencias culturales también marcan el diseño urbanístico. Mitchell reconoce que nada tiene que ver una ciudad europea con una norteamericana. "Por ejemplo, la mayor parte de la gente con móvil en EE UU lo tiene apagado casi todo el tiempo; en Europa ocurre al contrario, aquí es más un instrumento social para establecer contactos y preparar reuniones".

Con la revolución industrial para trabajar había que ir a una fábrica. ¿Qué pasa con la revolución digital? "Pues que hay un cambio en la relación entre el espacio de trabajo y el espacio habitable, que es fundamental. En la era industrial las ciudades tenían una clara separación entre estos espacios, tenían centros de negocios, distritos industriales, ciudades dormitorio, ligados gracias a los sistemas de transporte. Esto era así por la incompatibilidad de estas actividades, porque para trabajar necesitas un equipo apropiado y recursos especiales que no están disponibles".

" Con el sistema de trabajo actual", añade Mitchell, "puedes conseguir muy habitualmente los recursos que precisas, la conectividad que se necesita con pequeños artefactos inalámbricos como ese que te permiten hacer tu trabajo. Hay una gran flexibilidad para la recombinación de espacios residenciales y de trabajo, que ya no son incompatibles. La gente trabaja en casa, mientras viaja, en un hotel, mientras estás en un café... Esto da lugar a la segregación de la ciudad en una estructura de grano fino, emergen usos más flexibles de los espacios de la ciudad, hay una gran demanda para espacios de uso general y mucha menor para espacios especializados".