"Intentaré divertirme y... ganar"
Por primera vez, Tommy Robredo, de 21 años (Hostalric, Girona), se ha clasificado para los cuartos de final del torneo de Roland Garros. Y de forma brillante, eliminando al número uno, el australiano Lleyton Hewitt, y al brasileño Gustavo Kuerten, triple campeón parisiense. Hoy se enfrentará a Albert Costa, el campeón vigente. Robredo, que ha tenido una progresión constante desde que se hizo profesional, en 1998, saldrá de esta cita entre los 20 primeros del ránking.
Pregunta. Está viviendo su momento más grande.
Respuesta. Sin duda. Ganar sucesivamente a Hewitt y Kuerten es lo más grande que se puede hacer.
P. ¿Qué victoria valora más?
R. Tal vez, la de Hewitt. Es el número uno y le gané en unas circunstancias muy difíciles, tras haber perdido los dos primeros sets y de ir 0-3 en el quinto. Pero batir a Kuerten en París también es muy especial. Entré nervioso en la pista, pero supe resolver. Se ha demostrado que estoy a buen nivel y puedo hacerlo bien.
P. Tras imponerse a Kuerten, dijo que no había jugado bien.
R. Jugué bien a ratos. Pero, cuando debía cerrar las mangas, sobre todo al principio, estuve tenso y cometí errores tontos.
P. ¿Su mejor momento?
R. Me siento cómodo y con mucha confianza. Puede que lo sea.
P. ¿Qué ha cambiado en 2003?
R. Soy más fuerte, tengo más experiencia, he jugado más partidos... Todo eso, con un entrenamiento más intenso, produce la evolución. No es que haya cambiado mi modo de entrenarme. Hemos concentrado los esfuerzos en mejorar las partes más débiles y fortalecer las que funcionan: el saque, la volea, el revés cruzado...
P. ¿Cree más en sí mismo?
R. La confianza viene y se va. Cuando ganas, crece. Cuando la tienes, el juego mejora.
P. ¿Se ha fijado esta semana objetivos aún más altos?
R. No. Sólo quiero ir paso a paso y desarrollar mi mejor juego. A ver de qué soy capaz.
P. Su nuevo rival es Albert Costa, que ha recuperado su juego.
R. Es un grandísimo jugador. Será un partido muy duro. Y yo saldré con ganas de hacer mi tenis y de luchar hasta el final. Si tengo un buen día y se me ilumina todo, puedo ganarle. Pero está claro que en las rondas que quedan todos los adversarios son muy difíciles. Voy a intentar divertirme y, si puedo, vencer.
P. Usted no ha dado pasos hacia atrás.
R. Estuve rozando ser uno de los 100 mejores durante mucho tiempo. Pero luego di un salto y me coloqué entre los 30 primeros. Llegar es relativamente fácil. Lo difícil es mantenerse. Y yo lo conseguí. Me estabilicé. Ahora creo que vuelvo a mejorar. No estoy parado ni mucho menos. Me siento muy satisfecho de mi temporada
[semifinalista en Dubai (Emiratos Árabes) y Estoril (Portugal) y cuartofinalista en Barcelona].
P. ¿Por qué brilla tanto el tenis español?
R. Hay buenos jugadores, buenos entrenadores y un gran clima para entrenarse y trabajar bien. Y está surgiendo gente joven que se mezcla con los veteranos, que siguen a un nivel altísimo como se está viendo en este Roland Garros.
P. Desde los 14 años, toma sus propias decisiones; incluso un poco al margen de su familia.
R. Es cierto. Pero lo más importante es tener un gran equipo. Y yo lo tengo: mis padres, que siempre me han apoyado; Mico Margets, mi entrenador; Sam, mi preparador físico; mis representantes de Octagon... Las decisiones debo tomarlas yo, pero me dejo aconsejar.
P. ¿Qué torneo del Grand Slam le gustaría ganar antes?
R. El de Roland Garros es en el que más posibilidades tengo. Pero a mí lo que más me gustaría sería anotarme el de Wimbledon. Hace mucho que no lo gana un español y es una cita que me encanta.
P. ¿Hasta qué punto ha sido importante su padre, Ángel?
R. Ha sido fundamental. Me hizo jugar, me enseñó la técnica, estableció las bases... Y luego se quedó en un segundo plano. Desde que estoy en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, no ha intervenido en los aspectos técnicos. Pero está a mi lado y tiene respuestas para mis consultas.
P. ¿Qué hace aparte del tenis?
R. Lo que cualquier chico de 21 años: salir con los amigos, escuchar música, ir al cine, ver películas en el DVD...
P. ¿Le ha cambiado la vida la llegada de la fama y el dinero?
R. No. Sólo cambia si uno quiere. Ni sé lo que puedo llegar a ganar en París. Lo importante es hacer lo que quiero. Soy corriente. El dinero sólo sirve para darte algún capricho y asegurarte el futuro.
P. ¿Qué coche tiene ahora?
R. Un Renault Clío. Quiero cambiarlo. Me encantan los coches, pero estoy muy indeciso, Hay muchos que me gustan. Pero son normales, nada espectaculares.
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