"Los argentinos vemos el deporte como el único motivo de ilusión"

Fanático del River Plate, Mariano Zabaleta (Tandil, 25 años) forma parte de la élite del tenis argentino. Es el 39º jugador mundial y uno de los numerosos representantes de la generación de deportistas que se han abierto paso a la par que la gravísima crisis económica que sacude a su país desde 2001. Una generación que desde el fútbol hasta el rugby, pasando por el hockey y el baloncesto, simbolizan el éxito honrado en contrapartida con la corrupción del mundo político.

El deporte vive un renacer en Argentina. La presencia de una estrella del calibre de Ginobili en el San Antonio Spurs, de la NBA; el subcampeonato mundial en baloncesto ante la potente Yugoslavia el año pasado; el oro que ganaron las Leonas, la selección femenina de hockey sobre hierba, en el Campeonato del Mundo de Sidney el pasado diciembre, o los éxitos de los Pumas, el equipo nacional de rugby, que disputarán el Mundial en Australia en octubre, se han convertido en los únicos motivos de satisfacción, las únicas alegrías, para los ciudadanos argentinos.

"Queremos la Copa Davis, no importa que España tenga el mejor o el segundo mejor equipo"

"Nuestra juventud se lanza a las canchas pretendiendo asegurarse un futuro más digno"

Zabaleta, que se encuentra en París disputando el torneo de Roland Garros, una de las citas del Grand Slam anual, será probablemente uno de los protagonistas de las semifinales de la Copa Davis que Argentina jugará en Málaga contra España.

Pregunta. La crisis económica parece haber reactivado el deporte en Argentina.

Respuesta. La crisis del país no tiene nada que ver con el deporte. Hay muchos méritos propios en los deportistas. Todos nos hemos esforzado en tratar de llegar a las finales y en elevar nuestro propio nivel porque creo que la gente necesita nuestros éxitos. Los argentinos siempre fuimos deportistas muy aguerridos porque sabemos que nos cuesta mucho más llegar arriba que a los deportistas de otros países más desarrollados, que tienen las cosas más fáciles.

P. ¿Cree que la falta de recursos ha provocado este renacimiento?

R. Ha habido una explosión, un renacer, en los últimos años. Y lo curioso es que los éxitos han llegado en algunas modalidades tan distintas como el rugby, el baloncesto, el hockey sobre hierba o el tenis. El único que falló fue el fútbol. Aunque creo que fue sólo ha sido por una cuestión de mala suerte, ya que están saliendo grandes jugadores, si bien se van al extranjero porque nuestros clubes no pueden pagarles. Y creo que todos estos resultados son un gran incentivo para que toda la juventud se lance a la práctica deportiva con la pretensión de asegurarse un futuro más digno.

P. ¿No le parece que el deporte se ha convertido en el icono de la limpieza y la honradez, en contrapartida con la corrupción política?

R. Los políticos son un desastre en nuestro país. Todo lo que depende de ellos lo hacen mal. El país se apoya mucho en el deporte porque para cualquier argentino es un orgullo tener a un compatriota jugando finales en todo el mundo o compitiendo en la NBA, como Ginobili, o encontrando futbolistas en equipos europeos. Ven en el deporte lo que no ven en la política. Se sienten engañados por los políticos y hacen suyos todos los éxitos deportivos, ya que encuentran en ellos sus únicas satisfacciones y los únicos motivos para ilusionarse.

P. ¿Cómo vive usted la crisis?

R. Es muy duro. Vivo allí y tengo la familia y los amigos allí. Pero el pueblo argentino es muy luchador y seguirá insistiendo hasta que las cosas se arreglen. Ahora confiamos en que el nuevo presidente, Néstor Kirchner [hincha de Rácing Club], aporte soluciones. Ya sé que no vamos a arreglarlo de un día para otro.Tal vez yo no lo viva de forma tan profunda como mis familiares porque viajo y estoy fuera muchos meses. Algunos lo pasan muy mal y eso me afecta.

P. ¿Los tenistas se sienten privilegiados por el hecho de ganar tanto dinero y cobrar en dólares?

R. Privilegiados es poco. Por supuesto que nos entrenamos de modo durísimo y la vida tampoco es una fiesta.Pero somos felices.

P. ¿Cómo les afecta la crisis cuando viajan por el extranjero?

R. Bueno, afecta mucho más a otras personas que tienen que moverse con pesos. Una comida puede costar siete o diez veces más en Europa que en Argentina.

P. ¿Sufrió un descalabro económico cuando devaluaron el peso?

R. Por supuesto. Tenía dinero en el banco, como todo el mundo. Y nunca pensé que se pudiera llegar a hacer una animalada como la que se hizo: cerrar un banco y que se queden con tu dinero, con todos los ahorros producto de tu trabajo.

R. Tuve la fortuna de que mis padres pudieran ayudarme. Mi padre es inversor y mi madre farmacéutica. Pero hay deportistas de gran nivel que apenas pueden comprarse ropa, raquetas, o material deportivo. Necesitan ayudas, que no les llegan del dinero público y las buscan en los patrocinadores

P. Algunos se ven obligados a pedir créditos a personas particulares, que luego deben devolver con intereses abusivos.

R. A eso me refería. Hay personas con mucho dinero que se aprovechan de la situación para lograr una buena rentabilidad. Dejan dinero a los deportistas, a los tenistas especialmente, pero luego hay que devolvérselo a un interés altísimo. Yo no lo veo mal, porque para algunos es la salvación. No es lo ideal, pero al menos te abre una puerta.

P. ¿No se plantea salir de Argentina con su familia y organizar fuera su vida?

R. Todos nos lo hemos planteado. Pero todos llevamos Argentina en el corazón. Me encanta Buenos Aires y Tandil, la ciudad en la que nací. Mi familia se niega a marcharse y yo no voy a irme solo.

P. En septiembre habrá una semifinal de la Copa Davis entre España y Argentina en Málaga. ¿Cómo se vive en su país?

R. Con pasión. Vamos a tener un equipo muy competitivo y saldremos a ganar. Queremos la Copa Davis. Pero sabemos que España tiene el mejor o el segundo mejor equipo. Y esta vez ha podido elegir la sede y la superficie.