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FÚTBOL | 36ª jornada de Liga

Luis: "Lo hemos regalado"; Irureta: "Hubo fuerza mental"

Con un hombre más desde los seis minutos de juego y con dos ventajas en el marcador, el Atlético no sólo fue incapaz de ganar en Riazor, sino que perdió en un último cuarto de hora de descontrol. Por eso, Luis Aragonés, el técnico rojiblanco, apareció por la sala de prensa tras el partido con un enfado monumental reflejado en su rostro, su voz y sus gestos. Un enfado dirigido contra el árbitro, al que acusó de no haber señalado "dos penaltis como dos catedrales" en los minutos finales, pero sobre todo contra su propio equipo, contra sus futbolistas. "Hemos regalado el partido", afirmó con rotundidad. "Cuando un equipo se pone por delante", añadió, "tiene que saber manejar el resultado. Y nosotros no hemos sabido hacerlo. Por eso, con independencia de la fortuna del Deportivo, hemos regalado el partido que teníamos que haber ganado metiendo seis goles". El veterano preparador insistió en su argumentación y agregó: "Cuando vas ganando a falta de tan poco tiempo, no puedes permitir que te pillen en dos contragolpes".

Javier Irureta, el técnico del Deportivo, discrepó de la versión de su colega. "No estoy de acuerdo en absoluto", afirmó; "el partido lo hemos ganado nosotros. Por carácter y por asumir riesgos. Tras la expulsión de Naybet, nos la hemos jugado dejando sólo un central contra Fernando Torres". Irureta también quiso reivindicar en esta ocasión su labor y la de sus futbolistas y no dudó en afirmar: "Es justo resaltar la labor del Deportivo. Ha jugado noventa minutos con diez hombres y ha levantado un marcador que tuvo dos veces en contra". Para el técnico guipuzcoano, la explicación al resultado final del choque había sido "la fuerza mental de los jugadores, la misma que no tuvieron el pasado fin de semana en Balaídos". También quiso resaltar como fundamental en la remontada del conjunto gallego "el aliento del público".

El héroe del partido, Luque, el jugador que dio la vuelta al resultado con dos acciones llenas de vértigo en tan sólo 13 minutos, los que estuvo en el terreno de juego, no quiso dar demasiada importancia a su sobresaliente actuación. "Cuando uno sale al campo", indicó, "tiene que intentarlo todo". El jugador, en el mismo tono de modestia, continuó: " Por suerte, en el primer balón que toqué, llegó el empate. A veces a uno le toca marcar y a veces dar los goles. Y lo normal es que, cuando entras por la banda, encuentres a un compañero mejor colocado". Sobre las ilusiones por el título de su equipo, simplemente afirmó: "Mientras haya vida, hay que luchar".

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