Libros gratis en Jerez y cátedra en Marbella

En material cultural dos partidos antagónicos, el GIL y el PSOE, en dos ciudades no menos simbólicas, Marbella y Jerez, el feudo durante 24 años de Pedro Pacheco, apuestan por la ayuda a la cultura y la educación. El GIL trae en su programa la apertura de una Universidad que ya prometió en dos elecciones anteriores, mientras que los socialistas jerezanos, si tienen que gobernar como listas más votada de Jerez de la Frontera, tendrán que repartir gratuitamente libros de textos entre los escolares.

El GIL es un caso singular ya que frente a las 23 páginas dedicadas a ensalzar las actuaciones realizadas en los últimos doce años sólo dedica tres a los proyectos futuros. Entre las propuestas concretas que tiene pendientes Julián Muñoz figura el soterramiento de la Nacional 340 a su paso por San Pedro de Alcántara, una idea que viene de largo, y la consolidación de la revisión del PGOU cuya aprobación, en realidad, depende de la Junta de Andalucía.

También debe abordar las 3.000 viviendas sociales para jóvenes, cuya primera fase, según dice literalmente el programa, "comenzará en enero de 2003", es decir, en un futuro imperfecto.

El PSOE de Jerez, si gobierna, deberá dotar a la ciudad de guarderías gratuitas y un plan de choque contra el paro que pondría en marcha 600 empleos. En materia de vivienda deberá afrontar la siempre delicada construcción de 4.000 pisos para personas de renta escasa y ampliar el número de policías locales hasta alcanzar una media tan tranquilizadora como abstracta; 1,7 agentes por cada millar de habitantes.

El también socialista Alfredo Sánchez Monteseirín también tiene pendientes retos de compleja ejecución que deberá abordar para que no se conviertan en cargas pesadas: 20.000 viviendas a precio tasado; apertura de algunos los colegios doce horas al día, siete días a la semana y once meses al año y la construacción de nueve centros de salud, informa Reyes Rincón.

Córdoba constituye un caso peculiar, informa Antonio Chaves. Las intenciones de Rosa Aguilar, la alcaldesa, de llevarse bien con todo el mundo y tender manos en pos de una especie de comunión pacífica sin fronteras, conduce a una propuesta llamativa: "Seguir manteniendo una fluida relación con otras administraciones, especialmente con la autonómica y la central". Llamativo por cuanto el ciudadano no debería esperar una actitud contraria. Este camino correcto parece tan evidente que sus máximos rivales en las urnas ni siquiera tocaron el asunto en sus programas. La declaración se hace extensiva a todas las asociaciones, sindicatos y a la Universidad. Toda una rememoración del célebre lema peace and love.

También es un envite fuerte el que en materia educativa ha prometido Rosa Aguilar. El Plan Educativo Cultural de Ciudad muestra en un párrafo la seguridad tajante de proporcionar unos "conciudadanos demócratas, solidarios, pacíficos, justos, críticos, no sexistas, participativos y transformadores". Pues eso, más peace and love. Si usted no es demócrata, no se preocupe, lo será en los próximos cuatro años.