"El 'software' libre es un derecho fundamental"
Pregunta. ¿Se puede decir que es un apóstol de Linux? Respuesta. Con más o menos buen pie, pero en cierto modo, sí. Es una cuestión de fe, tal y como están las cosas. P. ¿Por qué defiende el software libre? R. Más que una forma de trabajar en informática es como una filosofía de vida. Se trata de cambiar un método, que está en manos de determinadas empresas, a un método que surge de la cooperación de distintos programadores, con productos que están disponibles de forma gratuita y están realizados con una funcionalidad más cercana al usuario y mayor garantía de funcionamiento. P. ¿Por qué tiene que ser libre el software? R. Por lo menos el software que hace funcionar un ordenador y el que te permite conectarte a Internet, ver páginas y enviar correos es casi asimilable a un derecho fundamental de la persona. Toda persona debería tener acceso a la información y de la forma más sencilla posible. No es demasiado lógico hacer pagar a un usuario por el hardware y además tener que pagar por un software que no cumple los objetivos que buscas y que te lo van cambiando, lo que te obliga a un cambio de hardware todavía mejor. P. ¿Hay vida más allá de Microsoft? R. Pero muchísima más. Es como si preguntáramos si hay vida más allá de los Estados Unidos. P. ¿Linux es una herramienta para rebeldes del software? R. El usuario de Linux siempre se ha visto como el típico hippie melenudo que le gusta el rock&roll o la música tecno, pero se ha demostrado que no es así. Que grandes empresas como IBM o HP apoyen proyectos basados en Linux demuestra que no es un mundo cerrado ni exclusivo. P. Según Microsoft, Linux es gratis, de entrada, pero resulta más caro a la larga por costes de mantenimiento e ineficiencias. R. Hay un estudio que cifra el coste de implantación de un proyecto de software, el 8% es el coste de licencia y el 92% es el de soporte, instalación, formación... Los cursos de formación no son precisamente baratos. Sin embargo, en Linux se defiende la filosofía de hazlo tú mismo a través de Internet. Y por supuesto, siempre está el soporte pagado de profesionales que te pueden ayudar en un proyecto basado en software libre. El coste en implantación es similar en los dos sistemas. P. ¿Software libre quiere decir gratis? R. El software libre puede ser gratuito y puede ser de pago. Algunos productos son distribuidos con licencias comerciales de pago para uso lucrativo, pero realmente se está pagando todo el soporte que hay detrás del mismo. P. ¿Pero qué es exactamente el software libre? R. Sería asimilable a un coche. Tú puedes decidir comprar un coche al que no le puedas abrir el capó o quitarle los tornillos, con lo que siempre vas a tener que acudir a su fabricante original (software propietario), o uno con el que sí que puedas, con lo que tú puedes repararlo (si sabes), o llevarlo a tu taller de confianza (software libre). P. ¿Qué efectos puede tener que la Generalitat, como ha prometido el PP, se adscriba a Linux? R. Sería algo grandioso. Vamos a poner que la Generalitat tiene 15.000 ordenadores, y se está gastando una media de 700 euros en licencias por equipo cada cuatro años. Este capital podría ser invertido en la generación de un empleo y una economía locales, produciendo software libre de calidad y en lengua española y valenciana, libre y directamente distribuible sin costes a otras comunidades, organismos o incluso empresas.
EN DOS TRAZOS
Javier Ribelles (Valencia, 1977) fue uno de los fundadores de Polinux, una de las seis organizaciones valencianas que propugnan el software libre. A los diez años empezó a programar con un Spectrum 48, a los 18 abrazó la filosofía de Linux y ahora, con sólo 25, es responsable TIC (tecnología de la información y comunicaciones) del Instituto Tecnológico del Plástico, donde ha aplicado el software libre en el 90% de servicios. Se pasa no menos de 12 horas diarias ante un ordenador y hace proselitismo de Linux siempre que puede con todo su talento.
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