Los socialistas vascos deciden no pactar con el Gobierno de Ibarretxe

El PNV ha intentado sin éxito desde el pasado mes de julio mantener un contacto directo con la dirección de la banda terrorista ETA. La única reunión oficial reconocida por las dos partes se produjo a principios de junio de 1999, cuando sus representantes y los de EA se encontraron en un lugar secreto para hacer balance del año transcurrido desde el acuerdo que dio origen a la tregua de septiembre de 1998, rota el pasado 3 de diciembre. Después de esta última fecha, e incluso de los dos recientes atentados mortales, el partido de Xabier Arzalluz ha realizado varios intentos por medio de intermediarios para hablar directamente con algún representante de la cúpula terrorista. El objetivo era sondear la posibilidad de restaurar la tregua de ETA, pero sus mensajes no han tenido respuesta alguna, según fuentes de ese partido. La situación tiene su repercusión sobre la estabilidad del Gobierno del lehendakari Juan José Ibarretxe. Medios peneuvistas reconocen que no se ve una salida a la disyuntiva de una parálisis institucional insostenible a medio plazo, sobre todo bajo la amenaza de nuevos atentados terroristas. Los socialistas vascos, reunidos ayer en Bilbao en su comité nacional, ratificaron que no gobernarán ni pactarán con el PNV mientras no cambie su línea de actuación política, y señalaron que no considerarían suficiente el giro si éste consistiera tan solo en su salida del pacto de Lizarra. Para los socialistas, el País Vasco tiene "un Gobierno agonizante" que Euskadi no se puede permitir.