Zapatero homenajea en el Congreso a los militares fallecidos

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se irguió ayer en su escaño del Congreso y cuando todos esperaban que le espetase al presidente del Gobierno, José María Aznar, la pregunta anunciada sobre política de inmigración, rasgó el cuadro previsto de reproche y convirtió su parlamento en un homenaje a los militares españoles muertos en accidente aéreo en Turquía y a las Fuerzas Armadas en misión humanitaria.

No hubo engolamiento ni grandilocuencia y logró que se escuchase un discurso muy breve en silencio profundo, pocas veces repetido en el hemiciclo. La sorpresa en los escaños del PP fue ostensible. Aznar tuvo que iniciar su respuesta, quizá por primera vez en un trámite parlamentario, dando las gracias a Zapatero por sus palabras.

Puede que, con la norma en la mano, la intervención del líder socialista quedase al margen del reglamento, pero la magnitud de la tragedia permitió que la presidenta, Luisa Fernanda Rudi -de luto, para acudir luego a los funerales-, no formulase el menor reproche reglamentario que hubiese sonado a leguleyo. Cuando acabó el turno de Zapatero y Aznar, Rudi se limitó a recordar que la Mesa del Congreso acordó el martes manifestar su pésame a las familias de los fallecidos y a las Fuerzas Armadas.

"Vivimos hoy un día muy especial porque toda España está bajo el impacto del accidente que ha costado la vida a 62 compatriotas de nuestro país. Tiempo habrá para hablar de la Ley de Extranjería", dijo Zapatero, y prosiguió: "Hoy quiero dedicar mi intervención, únicamente, a comentar esta tragedia. Deseo desde aquí expresar nuestro dolor a las familias, a las Fuerzas Armadas por el trágico accidente. Quiero recordar a estos soldados, soldados que estaban desde hace meses lejos de su tierra, que estaban lejos de sus familias, entregando a otra gente lo mejor de nosotros mismos, la humanidad".

Protección a las personas

En ese momento Zapatero introdujo una leve alusión política: "Deseo también trasladar una reflexión, que habrá que hacer con serenidad, sobre la protección que somos capaces de dar a las personas que más expuestas están sirviendo a nuestro país".

Zapatero concluyó retomando el tono de estricto homenaje de su intervención: "Desde aquí quiero recordar que esta tarde 62 militares españoles van a ser condecorados por el jefe del Estado. Pido a sus señorías que nosotros les entreguemos ya la condecoración de nuestra emoción y de nuestro recuerdo". Diputados de todos los grupos, aunque pocos del PP, iniciaron un aplauso que subrayaba el homenaje a los muertos.

Aznar tomó la palabra para decir: Todos los ciudadanos españoles "y especialmente los que tenemos una responsabilidad política, especialmente si se está en el Gobierno, tenemos la obligación de respaldar y respaldamos con toda nuestra firmeza a todos los españoles que cumplen una tarea en función de la seguridad de todos". Aquí, Aznar introdujo un matiz muy distinto al de Zapatero. Se refirió a los que cumplen tareas para "la seguridad nacional y la internacional"-sin hablar en ningún momento de misión humanitaria-, y aseguró de manera expresa que, en este caso, las Fuerzas Armadas estaban cumpliendo "una misión importante de lucha contra el terrorismo en Afganistán".

Aznar añadió que deseaba "expresar ante el Congreso de los Diputados", en nombre del Gobierno, el pesar a las familias de todos los militares y anunció que el Ejecutivo estaba "a disposición de la Cámara" para explicar lo sucedido. Para concluir agradeció a los grupos parlamentarios que hubiesen manifestado su solidaridad en "un momento triste para las Fuerzas Armadas y para los españoles". Los aplausos que cerraron su intervención fueron más generalizados que cuando habló Zapatero.