Paseo triunfal de Pedrosa
El catalán arrasa de principio a fin en los 125cc y recupera el liderato
Por algo Valentino Rossi le ha señalado como el piloto del futuro. Y, quizá para imitar al campeón italiano, Dani Pedrosa se dio ayer un paseo de los que aquél acostumbra, cuando no se cruza con Ste Gibernau, en el circuito de Le Mans, donde conquistó una victoria demoledora para sus rivales. En el primer paso por meta, ya era el líder. Ventitrés vueltas después seguía siendo el líder. Así, a lo grande, sin dar tregua, sin mirar una sola vez a su espalda, Pedrosa logró su segundo triunfo del campeonato y recuperó el liderato de la clasificación general en los 125cc.
A sus 17 años, a Pedrosa se le está poniendo una cara de campeón del mundo que asusta. Encontrará dificultades, seguro, que en esta categoría conviven tipos como el italiano Lucio Cechinello, segundo ayer, que, a sus 33 años, no está dispuesto a irse del motociclismo sin un título del que presumir. Y a Pedrosa le traiciona su timidez cuando la carrera es igualada, cuando a su alrededor se mueven corredores que saben latín. Así que el chaval ha optado por evitar ese tipo de situaciones de riesgo. Y qué mejor manera de hacerlo que echar a andar, ponerse en cabeza y alejarse lo má posible del pelotón. Eso hizo Pedrosa ayer, logrando un triunfo incontestable.
La carrera no tuvo más historia que la que el barcelonés quiso escribir. Era el sexto en la salida, lo que a la postre resultó una anécdota. Como lo fue que el jovencísimo Jorge Lorenzo arrancara el tercero. Se quedó éste en la salida y acabó de arruinar cualquier esperanza cuando se salió de la pista.
Durante las dos primera vueltas seis pilotos intentaron seguir el ritmo de un Pedrosa inmenso. Poco les duró el ánimo. En el quinto giro ya sacaba 1,5 segundos a su principal perseguidor, por entonces el italiano Andrea Dovizioso. La diferencia fue aumentando de forma espectacular, sobre todo a raíz de que Pedrosa consiguiera la vuelta más rápida que jamás se ha dado en esta categoría en este circuito. Fue en la octava, cuando el español logró un tiempo de 1m 43,837s, una marca extraordinaria, como lo demuestra que la mejor vuelta de Cechinello duró un segundo más.
Pedrosa siguió circulando como un reloj, beneficiado por la cruenta lucha que se desarrollaba a su espalda. Llegó a alcanzar una diferencia superior a los seis segundos (vuelta 15ª) y sólo dejó de apretar en el último tramo, cuando la victoria era de su propiedad. No era cuestión de arriesgarse. Aun así, llegó solo a la meta, tranquilo, arrasando, de paseo casi, inaugurando el casillero español de la mejor forma posible y con Rossi, desde el muro, aplaudiendo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.