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COYUNTURA INTERNACIONAL

El 'made in Italy' vende menos

La economía italiana pierde competitividad y cuotas de mercado

La economía italiana está en fase regresiva, con un crecimiento inferior a la media europea, que se traduce en una pérdida continuada de competitividad y cuotas de mercado, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (ISTAT), quien denuncia que el país está "enfermo de hedonismo", ya que los empresarios prefieren el bienestar antes que el riesgo.

Esta crítica fotografía ilustra el aumento negativo en una décima del producto interior bruto (PIB) registrado en el país durante el primer trimestre de este año, en un clima de preocupación por algunas graves crisis industriales, como la del grupo automovilístico Fiat.

La inflación se sitúa tres décimas por encima de la eurozona y las cuentas públicas están puestas en entredicho por la Comisión Europea

El ISTAT subraya que Italia se encuentra globalmente "bien posicionada" en Europa, pero con síntomas de estar "enferma de hedonismo", debido a la preferencia de los empresarios por el bienestar antes que por el riesgo.Como reflejo directo de esta "actitud" se señala la escasa innovación por parte de las empresas y las limitadas inversiones en formación y nuevas tecnologías, que lastran muchas expectativas de futuro.

El punto de partida del análisis es el PIB de 2002, que sólo creció en Italia un 0,4%, el aumento más bajo desde 1993, y que volvió a ser negativo respecto a la media europea en cuatro décimas, tras haberse situado ligeramente por encima en 2001. La clave reside, en buena medida, en el descenso de las exportaciones, que en 2001 retrocedieron un 1% y le "robaron" al PIB un total de siete décimas, según los cálculos del ISTAT.

Faltan inversiones

El famoso made in Italy padece seriamente la falta de inversiones en innovación, con el resultado de que, en una fase de débil coyuntura como la actual, un país como China, aun ofreciendo productos cualitativamente inferiores, se ha hecho con algunas parcelas de su tradicional mercado. Pero no sólo han sido la ventas al exterior las que han deprimido la economía italiana, sino también la caída del consumo, vinculado directamente a los ingresos familiares, que en 2002 apenas aumentaron el 0,6%.

El informe del ISTAT señala como otros dos puntos negros a la inflación, por encima de la de media de la zona euro en tres décimas (2,5%) el pasado año, y a la cuentas públicas, puestas en entredicho por la Comisión Europea. La relación déficit/PIB se redujo en el periodo analizado desde el 2,6% de 2001 al 2,3% de 2002, mientras que la relación deuda/PIB, pese a que descendió al 106,7%, se mantiene como la más alta de los Quince.

Aspectos positivos

En terreno positivo se sitúan, en cambio, la presión fiscal, que descendió en los últimos 12 meses del 42,1% al 41,6%, y el empleo, que sigue creciendo, pese a que de forma más contenida que en los últimos años.

A lo largo de 2002, la ocupación se incrementó en Italia por séptimo año consecutivo -con más de 1,8 millones de nuevos puestos de trabajo durante toda esa etapa-, mientras que la tasa de desempleo se situó en el 9,6%. El ISTAT señala, no obstante, las grandes diferencias respecto al empleo que existen en Italia entre el rico e industrializado Norte y el pobre y desasistido Sur. Esta endémica fractura se pone de manifiesto en el capítulo del estudio dedicado a la subsistencia, según el cual cinco de cada 100 familias viven en el Norte por debajo del umbral de la pobreza, frente a las 24 de cada 100 del Sur.

Globalmente, el porcentaje de familias con recursos considerados insuficientes es, en Italia, del 12%, los que supone 2,6 millones de unidades familiares, que totalizan 7,8 millones de personas.

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