LA CAMPAÑA EN UN MINUTO

Sólo en Madrid hay más de medio millón de inmigrantes empadronados, casi dos millones en el conjunto de España. La fisonomía de las ciudades está cambiando de una forma vertiginosa. Con o sin papeles, lo cierto es que los inmigrantes ya son parte del país, apuntalan la Seguridad Social y revitalizan el crecimiento demográfico. Pues bien, ¿alguien ha oído a algún partido referirse durante la campaña a los nuevos españoles? Sólo el PP lo ha hecho. El consejo de ministros aprobó ayer el anteproyecto de una nueva ley de Extranjería que les hará la vida mucho más difícil.

Fin de campaña

No se sabe si por intuición o por datos, lo cierto es que Aznar finalizó ayer la campaña eufórico. Bien es verdad que venía de Sevilla, donde la noche anterior una forofa halagó la colocación de sus genitales, un tipo de broma que se ve que le encanta. Sin embargo, algunos de los candidatos de su partido no han terminado tan frescos. La tarde del jueves, Esperanza Aguirre se dirigió a un joven para pedirle el voto. Cuando le preguntó "¿Y usted a qué se dedica?", el interpelado respondió: "Yo soy el escolta, señora".

Vergüenza torera

Sucedió el pasado lunes en la plaza de toros de Madrid. Un novillero de nombre Raúl Velasco fracasó frente a un novillo bravo y con casta. Tras matarlo de mala manera, el muchacho salió del burladero y ante la sorpresa de toda la plaza se cortó la coleta. El público reconoció con aplausos tal gesto nunca visto de vergüenza torera. Algo parecido hizo Joaquín Almunia la noche del 12 de marzo de 2000. ¿A quién le tocará mañana?