La policía detiene a un neonazi acusado de haber matado a dos personas en Alcalá de Henares

Justo cuatro días antes de las elecciones municipales y autonómicas, la policía detuvo ayer a un vecino de Alcalá de Henares, F. J. A. T., de 26 años, acusado de ser el presunto autor de los disparos que costaron la vida al hijo de la dueña de un bar de la localidad y a una clienta que estaba llamando por teléfono. La policía, que ha estado vigilando a este hombre durante más de un mes y medio, registró ayer su domicilio y el gimnasio donde hace deporte y no halló ningún objeto que le incrimine. El acusado pertenece a grupos neonazis y ha sido detenido por diversos delitos.

Las investigaciones a F. J. A. T. comenzaron hace un mes y medio a raíz de una llamada al teléfono gratuito (900 128 062) abierto por la Comandancia de la Guardia Civil y la Jefatura Superior de Policía para que la gente pudiera aportar datos sobre el asesino del naipe (suele arrojar una carta de la baraja española junto a los cadáveres de sus víctimas). Un comunicante anónimo avisó de que un vecino suyo respondía a las características físicas de uno de los retratos robot difundidos por la Delegación del Gobierno: pelo corto, 1,80 metros de estatura y complexión muy fuerte, preparado de gimnasio. Los investigadores, al igual que con el resto de las llamadas, hicieron las comprobaciones y sometieron al vecino de Alcalá a un estrecho seguimiento hasta que le hicieron un detallado reportaje fotográfico.

La policía mostró todas las imágenes a Teresa Sánchez García, la única superviviente del doble asesinato del 5 de febrero, en el que murieron su hijo Miel Jiménez Sánchez, de 18 años, el hijo de la dueña del bar Rojas, sito en la calle del Río Alberche de Alcalá de Henares, y la vecina del inmueble, María Dolores Uclés López, de 57, que había bajado a llamar por teléfono al local.

La propietaria del local, Teresa Sánchez, de 38 años, sobrevivió a pesar de haber recibido tres balazos en la parte izquierda del tórax, el muslo izquierdo y la parte derecha del codo. Esta mujer identificó al sospechoso, a través de las fotos policiales, sin ningún tipo de dudas, según fuentes de la investigación.

Algún mando de la Jefatura Superior de Policía de Madrid ordenó en ese momento, hace un mes y medio, su detención inmediata basándose en la prueba de reconocimiento. Sin embargo, imperó el criterio de los policías de Homicidios, que solicitaron hacer un detallado seguimiento al supuesto culpable. Desde entonces, más de 40 policías han seguido todos sus pasos al detalle, durante las 24 horas del día. Esto ha incluido su seguimiento al extranjero, ya que el sospechoso hizo un viaje de dos días durante la pasada Semana Santa a la periferia de Lisboa (Portugal), donde hubo una reunión de neonazis.

Durante este seguimiento policial, el detenido no ha hecho ningún movimiento sospechoso que le incriminase en los asesinatos en serie que comenzaron el viernes 24 de enero. Ese día fue asesinado de un tiro en la cabeza Juan Francisco Ledesma, de 50 años, portero de la finca del número 89 de la calle de Alonso Cano, en Chamberí. Durante este tiempo, el detenido sólo se ha dedicado a ir de su casa al gimnasio y al bar que regenta su padre en el centro de la localidad. Otras veces salía con su novia por Alcalá.

La policía, sin embargo, no cejó en su empeño y mantuvo sus seguimientos, hasta que la semana pasada los máximos responsables de la jefatura de policía decidieron detener al sospechoso. Tras mantener varias reuniones con la juez del caso, los mandos acordaron que ayer era el día D. El acusado tenía previsto pasar el fin de semana en Barcelona, por lo que, de no haberle detenido ayer, habría que haber esperado al próximo lunes, cuando ya se hayan celebrado los comicios.

La detención se produjo sobre las 11.00 cuando el detenido salía de su domicilio, en la urbanización Peñas Albas, a las afueras de Alcalá de Henares. Tras ser informado de sus derechos, la comisión judicial comenzó a registrar la casa del joven, de donde los agentes sólo se llevaron algunas ropas para ser analizadas en los laboratorios por si tuvieran restos de ADN o pólvora.

El detenido fue trasladado a la comisaría de Alcalá, ya que los registros continuaron por la tarde. Entonces tocó la taquilla del gimnasio Wellness, donde se entrena el detenido, y el mesón que regentan sus padres, junto a la estación de Renfe. Los agentes no hallaron nada sospechoso, ni el arma con el que el asesino del naipe perpetra sus homicidios: una pistola Tokarev del calibre 7,62 de procedencia rusa.

Neonazi con antecedentes

Fuentes de la investigación vincularon al detenido con grupos de extrema derecha y neonazis con sede en Alcalá de Henares y la capital, aunque no precisaron el nombre del grupo. Además recordaron que el sospechoso ha sido detenido en diversas ocasiones acusado de atentado contra agentes de la autoridad, lesiones y peleas. Además, la estética que suele lucir se corresponde con la de grupos neonazis, como el llevar la cabeza rapada. El acusado también ha sido portero de discotecas de Alcalá de Henares y, a pesar no tener trabajo, hace ostentación de un alto nivel de vida. "Tiene cinco coches y cinco motos y, cuando sale, no repara en gastos", señalaron fuentes cercanas a la investigación.

El acusado fue paracaidista en el Ejército durante 1999, lo que le permitió estar en operaciones militares en Bosnia y Kosovo. De hecho, la policía cree que el arma homicida pudo ser traída en alguno de estos viajes a través de los aviones militares.

Un portavoz de la Dirección General de la Policía aclaró ayer que el detenido sólo está relacionado con el doble homicidio del 5 de febrero. Los otros cuatro crímenes que se atribuyen al asesino del naipe están aún por resolver.