El PP suaviza su carta sobre las humanidades para recabar apoyos

La anunciada declaración del PP a favor de una profunda reforma de la enseñanza de las humanidades se ha quedado en poco más que un manifiesto de buenas intenciones. Las críticas de la oposición al partido en el Gobierno por querer "apropiarse de una idea de la unidad de España" y las propias reflexiones internas de los populares, aportadas desde Galicia, Cataluña, Euskadi y Baleares, corrigieron a última hora algunos párrafos del manifiesto presentado en San Millán de la Cogolla ante numerosos parlamentarios del partido.

La Declaración de San Millán de la Cogolla en favor de las humanidades, nombre con el que el PP ha bautizado el manifiesto en el que propugna un nuevo sistema educativo -"mejor que el que hemos heredado"-, sufrió ayer, antes de ser aprobada, diferentes retoques para intentar atraer el apoyo de la oposición y las autonomías, que temen un menoscabo del pluralismo cultural y lingüístico. Desaparece así la alusión a que la enseñanza de las humanidades "no debe convertirse en arma arrojadiza" y se resalta que el objetivo debe ser asegurar a todos los alumnos "el dominio oral y escrito de la lengua castellana" y también -y ésta es la principal rectificación- el de "la lengua oficial propia de la comunidad autónoma". Junto a ello se aboga por el suficiente conocimiento de la literatura "de las lenguas españolas" y el estudio tanto del "pasado común de España" como el de su "realidad plural". La enseñanza de la filosofía, el latín, el griego, la historia del arte, la formación musical, la danza, la ciencia y la tecnología ocuparía lugar preferente. La reforma de la enseñanza tuvo ayer también un foco de polémica en Tarragona, donde el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 anulaba cuatro de los siete apartados del Reglamento de Usos Lingüísticos de la Universidad Rovira i Virgili por discriminar el castellano frente al catalán.