Dos meses sin noticias de Fréd
La cadena británica ITN y su familia buscan a un camarógrafo francés desaparecido con su intérprete el 22 de marzo en Basora
Es otro caso Couso. Un grupo de carros de combate norteamericanos Abrams abrió fuego contra dos Mitsubitshi de la televisión británica ITN a mediodía del 22 de marzo, segundo día de la guerra de Irak, en un puente cerca de Basora. Acribillado por las balas, el primer vehículo explotó. El copiloto, el periodista británico Terry Lloyd, de 50 años, murió. El camarógrafo belga Daniel Demoustier, que conducía, saltó del jeep y salió milagrosamente vivo del trance.
De los dos ocupantes del segundo vehículo, el camarógrafo francés Frédéric Nerac (de 43 años) y el intérprete libanés Husein Osman (30), nada se sabe desde entonces. Igual que los camarógrafos españoles hicieron un plante a Aznar; el pasado lunes, en Bruselas, los camarógrafos europeos hicieron huelga a los ministros de Defensa de la UE para protestar por la falta de información sobre la suerte de su colega. Fréd trabaja para la ITN desde 1997, en la oficina de Bruselas. Allí fue, durante cinco años, camarógrafo y montador de Canal Sur.
"No han aparecido ni muertos, ni vivos", comenta Deborah Turness, redactora jefe de la ITN. La cadena los busca sobre el terreno. La esposa de Fréd, Fabienne, ha emprendido su propia campaña: ha sido recibida por Jacques Chirac y Dominique de Villepin, a quienes ha pedido ayuda. También interpeló a Colin Powell en la sede de la OTAN. Todas las gestiones han fracasado de momento. "Tenemos cientos de pistas, pero nada sólido", confirma Turness. La última, el 7 de mayo, en la sede del partido Baaz en Az Zubayr, donde aparecieron los carnés profesionales de los desaparecidos.
Daniel y Fréd ya estuvieron como reporteros en las guerras de Afganistán, Kosovo y Macedonia. Su equipo fue seleccionado por la ITN para cubrir el conflicto de Irak fuera del control de los ejércitos de la coalición: "La ITN tenía 15 equipos embedded y dos por libre, uno en el norte y el de Fréd en el sur", señala Turness.
El equipo de Fréd entró en Irak el 21 de marzo, desde Kuwait. "A la mañana siguiente, filmamos restos de las batallas, tanques humeantes, cadáveres de soldados. Nos cruzamos con civiles, entrevistamos a mucha gente. Cerca de Az Zubayr [20 kilómetros al sur de Basora] dejamos a nuestra izquierda, a unos ocho tanques americanos. Íbamos muy despacio, seguro que vieron claramente nuestros grandes rótulos: TV. Allí ocurrió todo. Quinientos metros más adelante había un puente. Unos militares iraquíes se acercaron. Pensamos que iban a rendirse a los americanos, pero llevaban armas. Así que di media vuelta, rápidamente. El coche de Fréd me seguía, pero de pronto se paró y fue rodeado por militares iraquíes. Poco después nos siguieron y aceleré. A mi izquierda se colocó un coche con cuatro militares iraquíes, que me hicieron una señal de OK con el pulgar hacia arriba. En ese momento empezaron los tiros". Es el relato de Daniel. Una de hipótesis manejada por la ITN es que cuando el coche de Fréd se paró, los iraquíes les hicieron salir y fueron sustituidos por tiradores, que habrían disparado contra los americanos.
Tras conocer la desaparición de Fréd, Fabienne Nerac, ejecutiva de una gran compañía belga dedicada al comercio de metales (en donde le han dado un permiso indefinido retribuido), empezó a pedir ayuda. De Villepin la recibió de inmediato. El asedio de Basora duró 10 días y cuando el 31 de marzo el equipo contratado por la ITN entró en el hospital al que habían llevado el cadáver de Terry, allí no estaban ni Fréd ni Husein.
El 3 de abril, Fabienne se coló en la conferencia de prensa de Colin Powell en la OTAN. El secretario de Estado creyó que era periodista y le dio la palabra. Fabienne le contó el caso: "Le pregunté si me daba su promesa solemne de que harían lo posible para encontrar a Fréd. Me dijo que sí, mirándome a los ojos; parecía sincero".
"Ha utilizado el buen camino, la felicito por hablar con Powell, es un hombre de corazón", le dijo el presidente de la República Francesa el 4 de abril en El Elíseo. "Chirac me prometió su ayuda". Fabienne quiere que el Gobierno francés ponga una denuncia por crímenes contra la humanidad. El pasado lunes, en Bruselas, solicitó al ministro británico de Defensa, Geoffrey Hoon, que investigara el paradero de su marido: "Me dijo que había otras prioridades... Fréd no es inglés". Fabienne insiste. Con sus hijos Alexandre (17 años) y Camille (13), se resiste a creer que cuanto más tiempo pasa hay menos esperanza.
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