Abre un supermercado informatizado e inalámbrico en Alemania
En el 'super' digital de la ciudad de Rheinberg, de la balanza a la estantería, todo es inteligente
En el super Extra Future Store de Rheinberg, una ciudad alemana de 30.000 vecinos, todo es inteligente. De las estanterías a las balanzas. La tecnología inalámbrica agiliza las colas y evita errores en precios; la radioetiqueta se lo pone difícil a los cacos.
Es el primer supermercado del grupo Metro que va a experimentar la reacción de los clientes. La exposición de estos sistemas fue la estrella de la conferencia europea ECR, celebrada la pasada semana en Berlín.
En Extra se han reunido por vez primera tecnologías conectadas por un sistema inalámbrico, combinado con telefonía IP, y que ha desarrollado Cisco Systems. Nada más entrar te colocan en el manillar un ordenador pastilla; un asistente personal que reconoce al cliente a través de una tarjeta de fidelización, le informa y guía por la tienda y factura los artículos escaneados.
Por ahora, sólo las gillettes o los quesos Philadelphia son los artículos en los que los fabricantes han introducido la identificación por radiofrecuencia (RFID, en inglés), una etiqueta con chip y antena integrados. Las radioetiquetas cumplen la misma función que los códigos de barras, pero proporcionan mucha mayor información. Controlan su situación en toda la cadena de suministro, desde los palés a la tienda. En el super, cuando disminuye el número de hojas de afeitar en el frontal, la estantería manda un aviso a la agenda del reponedor y al inventario. Nada puede salir del local sin ser detectado... ni cobrado.
Las comunicaciones inalámbricas permiten cambiar al instante cualquier precio de los etiquetados electrónicos de las estanterías. Unas pantallas mueslas ofertas, que se adaptan a los horarios (jubilados por las mañanas, parejas jóvenes por la tarde). Los perezosos pueden usar unas balanzas con reconocimiento óptico que distinguen un plátano de una manzana.
Para pagar hay tres opciones: los clientes que han escaneado con éxito todos los productos pasan por una barrera de seguridad que comprueba que no se ha descuidado ninguno; para otros, un autoservicio ayuda a facturar el contenido del carrito; los que no quieren lidiar con la tecnología disponen de la típica cajera, que no se olvida de retirar el ordenador pastilla.
Intel, SAP y Cisco han sido los principales proveedores del proyecto. Además, Intel participa junto con Cisco, Microsoft y Cap Gemini Ernst & Young (CGEY) en una iniciativa para estandarizar las tiendas del futuro.
Carrefour y el grupo Casino en Francia estudian la introducción de redes sin hilos, según Emiel van Schaik, de CGEY. Sin embargo, Van Schaik cree que tardarán las tiendas del futuro. Por un lado, por el alto coste de las radioetiquetas (0,50 euros de promedio) que dificulta su empleo en productos de bajo precio como los yogures, la falta de estandarización (Extra usa el sistema AutoID) y por las dificultades de manejar tantos datos.
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