Un pequeño alivio

Michael Frenzel, presidente del grupo TUI, que mueve 20 millones de clientes de 15 países europeos, pasó la Semana Santa en Mallorca en un sintóma, quizás, de la recuperación urgente del turismo que necesita la isla. Terminada la guerra, lejos de la neumonía asiática y con una evolución de precios más favorable, las reservas para destinos españoles parecen mejorar, según este directivo.

"Desde que terminó el conflicto ha habido una pequeña recuperación que se ha acentuado en las dos últimas semanas. Se ha producido un incremento, que esperamos que continúe, pero ningún boom", dice el presidente de TUI.

En la próxima década habrá turistas más mayores, más cultos e informados, que van a exigir algo más que 'sol y playa' para sus vacaciones

Frenzel ha participado esta semana en Vilamoura (Portugal) en la III Cumbre Mundial del World Travel and Tourism Council (WTTC) -un lobby formado por 100 importantes empresas del sector- en la que las palabras "incertidumbre" y "cambios de hábitos del consumidor" han sido más que repetidas. "Hace tres o cuatro años", dijo Frenzel a varios periodistas españoles, la mitad de los alemanes que viajaban reservaban sus vacaciones a final de febrero. Hoy, el 50% reserva entre tres y cuatro semanas antes de salir. Así que no hay forma de hacer predicciones de cómo irá la campaña de verano, al menos hasta julio".

Esta campaña será fundamental para ver si el turismo se ha recuperado de los golpes recibidos desde el 11-S. Frenzel opina que la mejoría está en camino, pero no se atreve a dar de alta al enfermo este año. En 2002 su grupo, que reúne a 81 touroperadores, más de 3.700 agencias de viajes, 88 aviones, 32 agencias de recepción y 150.000 camas en 285 hoteles, registró una caída de su beneficio del 90% al obtener sólo 41,1 millones de euros. La división de logística ganó 209,4 millones (un 32,1% menos que el año anterior), mientras la de turismo tuvo 331,8 millones de beneficios, un 37,4% menos, y este año Frenzel espera resultados aún más bajos. "Tenemos que estar preparados para un declive en el mercado, en especial en Suiza, los países nórdicos y Alemania", dijo a los accionistas el pasado día 7, "aunque se empiece a ver una ligera recuperación".

Esos mercados, sobre todo Alemania, son esenciales para TUI y, de rebote, para España, el destino con mayor cuota de mercado en el grupo. Frenzel achaca a la mala situación económica alemana la caída de las reservas que, pese a la mejoría, aún están muy por debajo de las de 2002. Para España, además, ha añadido otras razones al declive. "Los precios son caros. Y no los de los hoteles sino los de la oferta complementaria, bares y restaurantes. Y España, que en los noventa era un lugar casi único para las vacaciones, tiene desde hace años fuertes competidores". Entre los primeros de la lista, a su juicio, figuran Croacia y Turquia, con precios menores hasta en un 25%. "España", dice, "tiene que adaptar los precios al producto y atender los cambios demográficos".

Reto y oportunidad

Esos cambios han ocupado gran parte de la cumbre y se han revelado como un reto y una oportunidad. "En la próxima década", dice Frenzel, "la gente entre 45 y 65 años aumentará un 40%. Y no es gente sólo de sol y playa, sino que solicita un turismo más cultural. España tiene que aprovecharlo".

TUI dice que España seguirá siendo su primer destino, entre otras cosas por su infraestructura -sólo Mallorca tiene más camas que toda Grecia- pero no piensa participar en empresas españolas. "Estamos muy contentos con nuestra asociación con RIU y no vamos a variar". TUI, que en la reestructuración del grupo compró Thomson y Nouvelles Frontieres, tampoco va a seguir con las adquisiciones. "El mercado está ya muy consolidado", dice Frenzel, y nuestros pasos se centran ahora en ejecutar el programa TOP -TUI Optimising Performance-.

El grupo pretende con el TPO un recorte de costes de 360 millones entre 2003 y 2004; un ajuste de 2.000 empleos; una reducción de la deuda hasta situarla por debajo de 3.000 millones a final del año que viene (tenía 7.000 millones en 2000), y llevar a cabo un programa de innovación para atender los cambios de una demanda que, según TUI, usa internet, está más informada, es más mayor, reserva más tarde y no quiere solamente sol y playa. Y además, que vuela en compañías de bajo coste.