Nuevos votantes urbanos

Pero las diferencias con 1983 son muy grandes. El voto del PSOE ya no es tan urbano, y los que consigue en las grandes ciudades son poco más de una tercera parte de los que suma en el total de Andalucía, frente al 44% de hace 20 años. El electorado popular en cambio está claramente refugiado en estos núcleos, en los que encuentra el 55% de sus apoyos en la comunidad autónoma, y no ha conocido tantas alteraciones, pues ya en 1983 cosechaba en ellos casi la mitad de sus votos (47,3%).

En el cuadro adjunto se aprecian casos significativos de la pérdida de hegemonía socialista en algunas ciudades como La Línea de la Concepción, donde llegó a ser votado por el 79% de la población y ahora apenas recibe el 15%. Más de 30 puntos ha perdido también en estas dos décadas en Huelva, Málaga, Fuengirola o Motril.

En los núcleos urbanos, el PP logra el 55% de sus apoyos totales en AndalucíaLas clases medias y los jóvenes, claves para los cambios de ciclo

Las clases cualificadas atribuyen su progreso a sus propios méritos, no a las políticas sociales

Para las formaciones políticas, todos los votos valen igual, pero saben que el que se produce en las ciudades es el que provoca los cambios de ciclo político. "En el mundo urbano la gente quiere que las cosas funcionen, que la vida les vaya tranquila y no quieren desasosiego", asegura el diputado de Izquierda Unida, Luis Carlos Rejón, que dirige la campaña electoral de Rosa Aguilar en Córdoba. "En España se han producido dos ciclos políticos: el del PSOE, en los años 80, y en las elecciones municipales de 1995, cuando llega el PP. Lo que la gente quería es que España funcionara. Ahora, me parece, iniciamos una tercera etapa en donde los ciudadanos empiezan a demandar nuevas realidades".

El director del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA), Manuel Pérez Yruela, asegura que las ciudades votan a la derecha porque es en estas zonas donde se concentran las clases más cualificadas, las que han tenido acceso a la universidad. "Éstas tienden a atribuir su progreso a sus propios méritos y votan a partidos más proclives a la defensa de principios como la competencia o el individualismo, aunque el progreso que han experimentado no sería explicable sin el esfuerzo educativo que las Administraciones públicas hicieron hace 20 años".

Las clases medias y los jóvenes que se incorporaron en los años noventa a votar fueron las que propiciaron el éxito del PP, mantiene el sociólogo, quien aprecia, según las encuestas que maneja, que se puede dar un giro a esa situación el 25 de mayo.

La dirección socialista afirma que hasta 1994 -fecha en la que Manuel Chaves se hace cargo de la ejecutiva regional- no hacen un análisis de la evolución del voto urbano andaluz, donde barriadas con 40.000 habitantes carecen de servicios que desde hace años disfrutan en los pueblos. Hasta entonces el PSOE dirigía todas sus miradas hacia las localidades de menos de 20.000 habitantes, donde el progreso de estas zonas ha ido parejo al de la democracia y a las políticas del Estado de Bienestar Social. "Por eso, persiste el voto de izquierda en esas zonas, donde el recuerdo social sobre la derecha es el que es", afirma Pérez Yruela. Es precisamente en las localidades de entre 20.000 y 10.000 habitantes donde el PP no llega a penetrar y donde tiene una asignatura pendiente.

"La realidad de las ciudades la teníamos que abordar, sobre todo, desde la acción política del Gobierno andaluz tomando iniciativas para revolver problemas que son distintos a las zonas rurales", asegura el secretario de Organización, Luis Pizarro. Transportes metropolitanos, viviendas e infraestructuras han sido medidas muy cuidadas por la Junta, especialmente en esta legislatura.

La evolución electoral de las grandes ciudades

ELECCIONES 25M