Duncan destrona a los Lakers
El San Antonio Spurs, finalista del Oeste a costa del campeón de los tres últimos cursos
El gigante tranquilo ha destronado a los Lakers. El mejor jugador de la NBA ha desbaratado los planes del equipo más poderoso durante los tres últimos años. Con su uniforme negro y un juego de alta costura, Tim Duncan ha ganado a Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. El San Antonio Spurs batió a Los Ángeles Lakers (82-110) en el sexto partido de su semifinal del Oeste (4-2) y espera el desenlace entre el Dallas Mavericks y el Sacramento Kings. Duncan sumó 37 puntos.
El gigante tranquilo, dicen, se ha mostrado menos tranquilo que nunca. Cuentan que se le ha visto más agresivo. Pero sigue teniendo cara de niño obediente. Su juego, eso sí, es el mismo. La élite se mueve a ritmo de hip hop: mates, acciones barrocas. Duncan es diferente, se mueve mejor con estilos más clásicos. Sus movimientos de pies son de ballet y su tiro es de lo más académico. Su juego suena más a Frank Sinatra o Bing Crosby. Tan sólo necesitó un cuarto para demostrar que la madrugada de ayer era la suya: 15 puntos en 12 minutos.
Otro protagonista fue el base francés Tony Parker, que, después de sus errores anteriores, tuvo una gran actuación: 27 puntos. Su entrenador se había empeñado en convertirle en un nuevo John Stockton, pero se ha demostrado que funciona mejor si se dedica a anotar.
Después de dos cursos consecutivos en los que los Lakers habían acabado con las expectativas del San Antonio, el conjunto tejano ha demostrado que es mejor. En la primera fase ya había avisado: ganó los cuatro partidos. La teoría de los dos superhéroes llevada a su máxima expresión ha fracasado. Ni el mejor Bryant ni un buen O'Neal hacen milagros. Los regentes de la franquicia no estimaron oportuno reforzarla. Mientras tanto, los de los Spurs se pusieron manos a la obra para hacer un gran equipo.
Ningún conjunto había sido capaz de derrotar a los Lakers en una eliminatoria desde la primavera de 1999. Phil Jackson había salido airoso en 25 consecutivas. Desde 1995, cuando el Orlando Magic eliminó al Chicago Bulls, Jackson no había caído. De momento, seguirá compartiendo con Red Auberbach el record de títulos como técnico. El año que viene tendrá otra oportunidad de batirlo si su salud le respeta: ha sido sometido a una angioplastia para corregir un problema en una arteria.
Ahora el San Antonio tiene la ocasión de acabar con la teoría que Jackson ha extendido. Siempre que se ha referido al título que logró su rival en 1999 le ha colocado un asterisco. Esa temporada fue la del cierre patronal y la fase regular se redujo a 50 partidos. Por ello siempre ha mantenido que es un campeonato que no tiene el mismo mérito. Desde luego, si Duncan sigue jugando así, el equipo continúa haciendo las cosas igual y su entrenador, Greg Popovich, no pierde los papeles, los Spurs podrían obtener un nuevo triunfo. Esta vez, sin posibilidad de replica.
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