El viajero regresa al pueblo
Alcalde de Mijas entre 1979 y 1997 con el PSOE, Antonio Maldonado vuelve a ser candidato con un nuevo partido
Casi siempre ha hecho las cosas porque sí, simplemente porque se le metían en la cabeza, y con 52 años no iba a cambiar. Ahora Antonio Maldonado se ha empeñado en volver a ser alcalde de Mijas, cargo que dejó hace seis años para irse a la China, y al que opta en un doloroso enfrentamiento con su partido de siempre, el PSOE. Pero se le ha metido en la cabeza, igual que hace 30 años se dejó llevar por su fijación de irse a Isarel porque no quería privarse de pasar una temporada en un kibutz, o de emigrar a Laponia y a Suecia.
El motivo que esgrime para su nueva aventura es que no puede resistir contemplar "el deterioro progresivo" que está viviendo Mijas, gobernada desde 1997 por el que fuera su hombre de confianza, el que él mismo designó su heredero, Antonio Moreno, y con quien ahora apenas mantiene relaciones. También estaba incómodo en el PSOE, al que acusa de haberse funcionarizado, de haber renunciado al debate de ideas. "La renovación no ha pasado de Despeñaperros", dice. El pasado 13 de febrero puso fin a 25 años de militancia. Poco más de un mes después fundó el Partido Socialdemócrata de Mijas con el que volverá a ser candidato a la alcaldía por sexta vez. "Lo que no resistía es verse como un militante más", replica un dirigente.
"Me da mucha tristeza que ahora se tarde más de un año en tramitar una licencia, que haya gente esperando más de un año y medio para entrevistarse con el alcalde, o que se tenga que pedir una cita a una secretaria para hablar con un concejal. Aquí siempre fuimos pueblo", dice. "Los promotores se han apoderado del suelo, y se construyen bloques de siete plantas sin viales ni aparcamientos en donde estaban proyectadas casas unifamiliares. Mijas ha dejado de ser un referente en la Costa y si no hay una reacción rápida caerá en la masificación urbanística"
Elude hablar de si existen pactos incumplidos por sus ex compañeros del PSOE, y asegura que él mismo se ha preguntado a diario si hay rencor en su actuación, pero concluye que no. "Lo que tengo es la misma ilusión que en 1979", dice.
Maldonado no ha consultado la creación del PSDM con ninguno de los ex dirigentes del PSOE malagueño con los que aún mantiene buenas relaciones. "Quizá porque sabía que no íbamos a estar de acuerdo", dice uno de ellos, quien no duda de que en el inicio de la nueva aventura de Maldonado debe haber algo de resentimiento y que con ella arriesga una trayectoria brillante.
Maldonado ganó en Mijas las primeras elecciones municipales en 1979 y ya no paró. En 1991 incluso logró 19 de los 21 concejales del consistorio, todo un récord que dice pasó desapercibido porque entonces la noticia fue la irrupción del GIL. Presidió la Diputación Provincial entre 1985 y 1991y fue senador en la última legislatura socialista. Imaginativo y vitalista, sus políticas dieron que hablar. Creó las primeras oficinas de atención a extranjeros, fue precursor del Inserso, el primer alcalde en implantar la gratuidad de libros escolares y en quemar juguetes bélicos, pagó con dinero municipal los estudios a los universitarios del pueblo y creó un patronato del suelo que propició a los mijeños viviendas más asequibles que las que compraban los extranjeros.
En el PSOE se ganó cierta aureola de díscolo y se enfrentó a direcciones de distintas familias. -"es que siempre he dicho lo que pensaba", se justifica-. Y ahora no perdona su paso adelante. "Fue un buen alcalde, pero en política todos las posiciones son lógicas hasta que dejan de serlo, y Maldonado se ha ido diciendo lo contrario de lo que hizo, acumular cargos", dice un dirigente.
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