El Gobierno no se inmiscuirá en la crisis entre sindicatos y patronal

José María Vázquez Eguskiza, el presidente de Cebek, la patronal vizcaína, volvió ayer a mostrar su gran preocupación por la dureza de posiciones de los sindicatos nacionalistas ELA y LAB en la negociación colectiva ante la asamblea anual de su organización y ante el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el consejero de Empleo, Joseba Azkarraga. Los empresarios preguntaron al Ejecutivo vasco por este asunto y Azkarraga respondió que el Gabinete observa con preocupación "la situación de enfrentamiento y la incomunicación sindical", pero precisó que el Ejecutivo, aunque puede "animar" a las partes, no puede "inmiscuirse" en la negociación. Fuentes de la patronal criticaron la postura del consejero por ser "muy blanda".

Azkarraga realizó una fuerte defensa del diálogo social y señaló que tan preocupante como la falta de diálgo es la división sindical entre las centrales nacionalistas y las de ámbito estatal. El consejero, quien señaló que la incomunicación es "negativa para todas las partes", puso la huelga de autobuses privados de Vizcaya, que terminó con un laudo, como ejemplo negativo de la situación.

Vázquez Eguskiza, en un discurso en el que animó al diálogo entre los partidos y entre los agentes sociales, aprovechó para recordar a ELA y LAB que la labor política en Euskadi debe hacerse dentro de las instituciones previstas que, a su entender no son las sindicales. Volvió a criticar las incertidumbres políticas y el daño que ETA hace a la sociedad.Ante el aluvión de críticas empresariales, los sindicatos ELA y LAB salieron ayer de nuevo a la palestra. El secretario general de ELA, José Elorrieta, consideró "patético" que Cebek afirme que doscientos familias de trabajadores se hayan marchado de Euskadi porque la presión sindical haya forzado a las empresas a llevar su producción a otras plantas de fuera del País Vasco. Elorrieta replicó que "se han perdido miles de puestos de trabajo como consecuencia de la negligencia empresarial", informa Efe.

A las críticas se sumó el secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, quien declaró: "Hay que tener poca vergüenza y mucha cara dura para presentar a los sindicatos como responsables de la marcha de trabajadores y empresas de Euskal Herria como consecuencia del modelo de actuación sindical". Diez Usabiaga indicó que, si en los últimos tiempos "es bien patente la sintonía de Confebask con las tesis del PP en los temas centrales de coyuntura política, las declaraciones de estos días significan un acto más de agresión contra posiciones abertzales y, a su vez, una pretendida legitimación de CCOO y UGT". En su opinión, cuando los sindicatos abertzales ponen "con firmeza y dignidad reivindicaciones legítimas y posibles, los empresarios se molestan y responden creando miedo en la sociedad con una burda manipulación como la de estos días", según recoge Europa Press.

Marcar la política

A la polémica se sumó también Alfonso Basagoiti, presidente de la Corporación IBV, quien participó en el coloquio organizado por Cebek Las incertidumbres y la economía: análisis y perspectivas, junto a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ex presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia, con Pello Saluburu, ex rector de la UPV, como moderador. Para Basagoiti la postura de los sindicatos nacionalistas es otra de las incertidumbres que planean sobre la economía vasca. La postura de las centrales, dijo, tienen un claro perfil político "que condiciona sus actuaciones". El presidente de IBV afirmó que el consenso que había existido hasta ahora ha entrado "en crisis" y precisó que parte de la responsabilidad la tienen los citados sindicatos, que, a su juicio, quieren "marcar" la política en Euskadi. Basagoiti indicó, no obstante, que lo que más le preocupa es la relación entre los sindicatos y las instituciones vascas. En este sentido afirmó que se debe evitar que la "posible sintonía que pueda encontrar el Gobierno vasco con centrales sindicales respecto al desarrollo del marco institucional" acabe afectando "al nivel de equilibrio que debe tener un Gobierno en las relaciones laborales".

Preguntados los dos conferenciantes sobre el plan Ibarretxe, ambos mostraron su preocupación. Fernández Ordóñez criticó la propuesta vasca frente a la catalana, por ser menos respetuosa con la legalidad. Basagoiti se remontó al momento en que se llegó a un acuerdo mínimo y que se sustanció en el Estatuto de Autonomía y en el Concierto, que han supuesto, en su opinión, la existencia de dos marcos, "uno de convivencia y otro de financiación". Así, afirmó que el Estatuto de Autonomía ha permitido durante años vivir "satisfactoriamente". En relación a la propuesta de libre adhesión de Ibarretxe, insistió en que lo fundamental es "cómo se va a desarrollar". Basagoiti indicó que si se traslada al Parlamento vasco y, tras un debate, sale adelante un texto "más o menos consensuado", en Madrid el Parlamento deberá analizarlo.

Por otro lado, tanto Basagoiti como el lehendakari Ibarretxe destacaron la importancia de Iberdrola para Euskadi.