David Delfín: "Quiero que la 'web' cambie al ritmo de la colección"

El viernes 13 de septiembre de 2002 el diseñador David Delfín abrió su página. Coincidió con su primer desfile en la pasarela Cibeles. El joven Delfín vistió a sus modelos con capuchas en la mejor tradición talibán, envolvió en vendas sus piernas, brazos y manos, mientras se escuchaba el sonido de un orgasmo. Montó un gran revuelo en los medios. También en Davidelfin.com.

"Recibimos una avalancha de correos al presentar la colección Cour de Miracles. Curiosamente, y creemos que esto dice mucho de los internautas, ninguno de los correos recibidos contenía críticas hacia David Delfín sino más bien todo lo contrario, apoyo y afecto al equipo", explica Jal Hamad, miembro de la empresa 2pixel8 Design Studio, creadora de Davidelfin.com.

Después del temporal, Davidelfin.com siguió su camino con el objetivo de transformarse en un sitio de referencia de moda en Internet.

"Nuestra intención es cambiar la página cada seis meses en función de las nuevas colecciones, queremos que el concepto de la colección se vea reflejado en la Red. Es complicado, pero la empresa que nos hace la página es amiga y existe mucha comunicación", explica Delfín. "Tenemos muchísimas visitas, de todas partes del mundo, incluso del Vaticano".

Sus 'webs' preferidas

La página recibe una media de 4.708 visitantes al mes. Los internautas entran desde Japón, Taiwan, Arabia Saudí o Nueva Zelanda. La web, creada con Flash MX, contiene además vídeo y audio. Cada imagen lleva un sonido, de forma que puedes componer un pieza musical, grabarla y reproducirla.

"Internet permite dejar una ventana abierta a nuestro trabajo; pero hay otros sitios. Informativamente, recomendaría Alevosia.com para estar al tanto de las nuevas colecciones; también Moda.com y Vogue.es. De los diseñadores españoles, he visto la página de Amaya Arzuaga. Me parece correcta, muestra su trabajo. Hay diferentes opciones, pero creo que la Red permite mostrar no sólo nuestra ropa, sino también nuestras ideas".

Este malagueño es casi el último en incorporarse a las tecnologías. No hace ni dos años que envía él solito correos electrónicos y que tiene un móvil. Delfín aboga por un uso inteligente de los nuevos aparatos. "Lo llevo regular con la tecnología, soy un poco torpe con todo lo que lleve un enchufe. Soy más de cortar, pegar, dibujar y rayar".