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Hay perfumes que matan

En las leyes de Florida no está tipificado el delito de intento de asesinato con perfume, pero la policía, no obstante, ha arrestado a Lynda Taylor, de 36 años, porque en un ataque de furia trató de vengarse de su marido ahogándolo en una nube de aromas a los que es alérgico. En plena pelea de divorcio, David Taylor, de 46 años, se negó a compartir con su esposa 150.000 dólares de una indeminización por baja laboral permanente a causa de sus alergias y ella decidió vengarse. Entró a la cocina armada con perfumes, ambientadores e insecticidas y empezó a esparcirlos generosamente en el aire y sobre la cara de su cónyuge, que poco a poco se asfixiaba. David se salvó gracias a la intervención de su hija, que aunque también fue objeto de la ira perfumada de su madrastra, logró llamar a urgencias. La policía se incautó de las "armas del delito" de la acusada, que ahora espera juicio en Stuart, Florida.

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