Una avería arruina a Pablo Nieto en los 125cc
Hacer la mejor sesión de entrenamientos. En casa, con una multitud rugiendo en su honor. Salir el primero, aguantar el primero, gritar a los demás que el triunfo es tuyo. Así, durante 10 vueltas. Y, de repente, adiós. Eso le ocurrió ayer a Pablo Nieto en los 125cc, ganados por el italiano Lucio Cechinello y en los que Dani Pedrosa, cuarto, perdió el liderato del Mundial. Fue en la décima vuelta cuando el motor de la Aprilia de Nieto se detuvo de golpe, en plena curva, para desolación de un público dispuesto a celebrar a lo grande el primer triunfo del hijo de Ángel Nieto.
No pudo ser. Y eso que el asunto pintaba bien, con Nieto y Pedrosa armando el taco. Parecía una carrera de tiempos remotos, cuando era habitual que los españoles gobernaran esta categoría. Junto a ellos se escaparon Cechinello, su compatriota Andrea Dovizioso y el sanmarinés Álex de Angelis. Pero llegó la fatídica décima vuelta y a Nieto se le rompió la palanca del cambio. Despedido de la pelea, se fue llorando. Trece vueltas, el número que odia su padre, restaban.
Quedaba por ver si Pedrosa iba a aguantar. Lo hizo, aunque a medias. Incluso durante varios momentos, el italiano Stefano Perugini le hizo la vida imposible y a punto estuvo de mandarle al suelo.
