Basilea II, más europeo
El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea ha publicado el tercer documento consultivo sobre los Nuevos Acuerdos de Capital (NAC), pieza clave de la regulación bancaria que establece la proporción de capital que los bancos han de mantener para hacer frente a los riesgos asumidos. Esta regulación se ha convertido en uno de los pocos estándares internacionales, siendo de aplicación en más de 100 países.
Las reformas propuestas rompen, en cierto sentido, esta homogeneización, al dar la opción de utilizar tres metodologías para el cálculo del capital regulatorio: una basada en calificaciones de riesgo externas y otras dos basadas en modelos internos de rating de las propias entidades. La elección del enfoque es determinante de cara a la gestión de la base de capital. Los ejercicios realizados a partir de las propuestas más recientes señalan que sólo se observan reducciones de capital en relación con la situación actual en los enfoques internos, que sólo estarán al alcance de las entidades más sofisticadas.
Los supervisores estadounidenses sólo aplicarán el Nuevo Acuerdo de Capital a sus mayores bancos
Los NAC han experimentado sustanciales cambios. Así, inicialmente se puso especial énfasis en la utilización de rating externos, lo que favorecía a las entidades cuyas carteras contaban con una mayor proporción de activos con calificaciones crediticias externas, básicamente estadounidenses. La discriminación que ello suponía para entidades bancarias más centradas en el negocio minorista llevó a desplazar el énfasis hacia la utilización de los modelos internos. Las simulaciones iniciales realizadas con estos modelos, daban como resultado notables incrementos en los requerimientos de capital en algunos segmentos, lo que suscitó un amplio debate y posteriores cambios en la propuesta. El nuevo documento, prácticamente definitivo, apunta a que el mayor ahorro de capital se va a producir finalmente en el negocio al por menor.
Los supervisores bancarios estadounidenses han anunciado que sólo exigirán el enfoque interno más avanzado del NAC a poco más de una decena de grandes bancos estadounidenses. Resulta paradójico que uno de los principales países que han contribuido a la elaboración del NAC decida su aplicación de manera selectiva, sentando un precedente para el uso parcial del NAC en otros países. En un mundo cada vez más integrado, Basilea es cada vez más europea.
Carmen Hernansanz es economista-jefe de Banca, Sistema Financiero y Nueva Economía del Servicio de Estudios de BBVA.
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