Gil Marín y Luis dan explicaciones a la plantilla por la marcha del técnico

"¡Me cago en todo!", interrumpía Luis Aragonés, a gritos, el partidillo de entrenamiento rojiblanco ayer por la mañana bajo un cielo lleno de cúmulos negros. Del silencio funerario del miércoles, tras la charla de media hora en la que desveló su marcha el 30 de junio a los jugadores, a los gritos malhumorados tras la reunión sostenida ayer a primera hora con la plantilla y Miguel Ángel Gil Marín, el director general del club. El miércoles Luis vio cómo sus jugadores se le echaban encima y le atacaban diciéndole que no les había defendido ante la directiva. "Yo me marcho y no tengo nada que ver con la planificación de la próxima temporada", reveló entonces Luis Aragonés.

Miguel Ángel Gil, traje gris cruzado, esperaba a los jugadores y al técnico sobre las 11.45 horas. La charla, en el vestuario, duró algo más de media hora y el dirigente, en un ambiente enrarecido de reivindicaciones económicas y de petición de explicaciones por los ataques sufridos por parte del presidente y la espantada definitiva de su técnico, pidió a los futbolistas "tranquilidad", según el capitán Carlos Aguilera. Tranquilidad por las renovaciones -el propio lateral concluye su contrato en junio próximo-, y para aguantar sin cobrar. También "que se centrasen en los seis partidos que restan de campeonato".

Los futbolistas están "intranquilos" por su futuro inmediato, concedió Aguilera, y, sobre todo, por los sueldos que se les adeudan. Varios miembros del equipo aseguran que la "situación es insostenible". El equipo se niega a cobrar con pagarés como viene sucediendo en los últimos meses y ha dado un ultimatum a los dirigentes para percibir las partidas atrasadas. El club necesita ingresar algo más de 40 millones de euros antes del final del ejercicio deportivo. Después de la reunión, Miguel Ángel Gil Marín se sentó en el palco de autoridades a ver el entrenamiento con el gesto neutro. Una práctica tensa, pero sin el aire terminal de la del miércoles.

"Esto estaba anunciado"

El representante de Luis Aragonés, Pepe Navarro, que ya el miércoles por la noche aseguraba que Luis no continuará en el Atlético, confirmaba también en el Calderón que "el ciclo de Luis Aragonés ya está concluido". "Estaba anunciado", comentaba con tranquilidad el antiguo portero rojiblanco. Luis Aragonés renunciará a los 1,2 millones de euros que hubiese percibido por la temporada de contrato que aún le resta.

Carlos Aguilera, como capitán y portavoz de la plantilla atlética, reconoció la confesión de Luis y aseguró: "Ya es mayorcito para hacer lo que quiera, aunque quizá el momento que ha elegido no sea el más adecuado porque nos quedan seis partidos". El capitán negó que la plantilla recibiera la noticia con sorpresa y aseguró que los jugadores aceptaron la decisión del veterano preparador de Hortaleza "porque tendrá sus motivos".