"No queremos ser Florida, sino Boston o Cambridge"
"Primero dejadme recordar que el primer gran sueño de Barcelona, que fue de mi antecesor, fue abrir Barcelona al mar. Y después había otro gran sueño, casi simétrico, que era recuperar Collserola y convertirla en un gran parque central. Pasamos luego al siguiente sueño, que es el crecimiento hacia los ríos, y un poco siguiendo a Verdaguer nos extendemos de río a río, del Llobregat al Besòs. Barcelona tiene esta capacidad y esta vocación de crecer. No en territorio, sino en ser una gran capital europea".
"¿Cómo sueño la Barcelona del futuro, contando con que pudiésemos resolver nuestros problemas de área metropolitana, de Carta Municipal, de financiación? Yo imagino una Barcelona cosmopolita, con gentes de muchos colores, lo que se encuentra en las grandes capitales como Londres y Nueva York, diversa, dotada evidentemente de estos servicios que cada vez más son utilizados por la población hoy en Barcelona, como las bibliotecas y los polideportivos. Cuando sueño, imagino una escuela pública que funcionase muy bien, moderna, laica, sin agobios si pudiese ser, y con recursos para hacer frente a las necesidades de nuestra gente. Imagino una formación profesional muy digna. Y una Universidad menos rígida, menos burocrática, que tuviese un poco más de dinero y que fuese más permeable a la sociedad".
"Y por tanto me gustaría, para dar el gran salto que Barcelona tiene que dar, de ciudad industrial burguesa manufacturera a ciudad próspera del siglo XXI, poder sustituir la antigua fuerza de la industria y pasarla a esta nueva espina dorsal del crecimiento económico que es el conocimiento. Y por esto necesitamos de una forma especial los instrumentos de investigación y desarrollo. Como Boston tiene Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT".
"Florida pueden serlo Benidorm, Alicante o Marbella. Pero nosotros queremos ser Boston, San Diego, Cambridge o San Francisco. Y esto es lo que finalmente soñamos para que la gente pueda tener un espacio, para que los ciudadanos y ciudadanas puedan tener un espacio de calidad, desahogado, probablemente grande. A mí me gusta la gran ciudad, la ciudad compacta, la ciudad de tres, cuatro o cinco millones de habitantes, porque aquí es donde se produce este encuentro físico que incluso puede generar las potencialidades del conocimiento".
