Dos etarras matan en Barcelona a un guardia cuando preparaban un atentado
El agente sorprendió a los terroristas empujando un coche bomba averiado
Dos pistoleros de la banda terrorista ETA asesinaron ayer a las 7.45, en el centro de Barcelona, al guardia urbano Juan Miguel Gervilla Valladolid, de 38 años, casado y con dos hijos. El policía municipal se acercó a los etarras cuando éstos empujaban un Fiat Uno rojo, averiado en la avenida Diagonal. Uno de los terroristas forcejeó con el agente mientras el otro le descerrajó dos tiros, uno en la cabeza y otro en el pecho. Los asesinos abandonaron el coche y huyeron a pie. El vehículo guardaba una olla con 13,5 kilos de dinamita preparada para una acción criminal. Es el quinto atentado de ETA en la provincia de Barcelona en tres meses.
El automóvil, cargado de dinamita y tornillos, había sido robado tres días antes en Esplugues de Llobregat, aunque llevaba la matrícula doblada de otro coche de un vecino de Terrassa. En ese mismo municipio, ETA asesinó el 14 de diciembre al edil del PP en Viladecavalls Francisco Cano Consuegra, tras colocarle una bomba con 750 gramos de dinamita en su furgoneta. Los asesinos no pudieron ayer activar a distancia su coche bomba porque antes de aparcarlo para perpetrar otro atentado se averió cuando circulaba por una zona céntrica de Barcelona que cuenta con numerosas sedes de bancos y de empresas. Los etarras se bajaron a empujar y fue entonces cuando se les acercó el guardia de tráfico Miguel Gervilla, al que acribillaron. El asesinato del agente, según señaló la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas, evitó otras muertes. Los terroristas, en la huida, abandonaron su coche bomba en la calzada de la Diagonal y perdieron un cargador de la pistola con la que mataron al guardia urbano. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, señaló ayer que "por primera vez" se dispone de datos concretos sobre los miembros del comando Barcelona gracias a las huellas dejadas en el coche. El Parlamento catalán aprobó por unanimidad una declaración de condena al atentado y renunció a debates pendientes sobre adhesiones al pacto antiterrorista. El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidieron una "unidad más perfecta contra ETA". La banda armada ha matado a 23 personas desde que rompió la tregua.
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